Contaminan el rio Bravo en Tamaulipas, con 500 litros de aguas residuales por segundo

Agustín Boone González

Nuevo Laredo, Tamaulipas.- Nuevo Laredo descarga aproximadamente 500 litros por segundo de aguas residuales directamente al río Bravo, y es a través de 11 descargas sin control sanitario, por no existir un programa integran de reparación de los colectores que hay en la ciudad, alertó el titular de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (Cila), Agustín Boone.

Esto ocurre desde hace 4 años sin que las autoridades hayan actuado para evitar la contaminación del río Bravo, y desde el año 2018 este incremento en el volumen de las descargas va en aumento, ya que las tormentas de septiembre de hace 4 años colapsaron gran parte de los colectores, “y a partir de ese momento se han venido presentado de manera constante”, explicó Boone.

Consideró que gran parte de las aguas residuales que van al río Bravo se debe a que se colapsan los drenajes y las aguas residuales van a los arroyos que la tiran directamente al río Bravo, “pero estamos analizando lo que se tiene que reparar, cuánto cuesta, y nos hemos acercado a la Comapa y con el gobierno municipal para elaborar un proyecto de gestión y resolver esta problemática que se está agravando cada vez más”, explicó el funcionario.

Comparativamente, dijo que la ciudad de Laredo, Texas no tiene una sola descarga residual al río, y que de las 11 descargas con que cuenta Nuevo Laredo, existen tres que son muy grandes, y que se trata del arroyo Las Alazanas y el arroyo El Coyote, además de otros arroyos que son pluviales, como el América, el Monterrey y otros que están en la zona centro de la ciudad.

“Lo que sucede que cuando se hace una reparación en los colectores, no se hace general sino que se hace de solo un tramo, pero se necesita una rehabilitación en gran parte de su infraestructura sanitaria, y hablamos que la última que se realizó fue en 1989, cuando se construyó la planta tratadora de aguas residuales”, explicó.

Esta planta trabaja con buena calidad, pero debido a dichas descargas no le llega suficiente agua debido a la ‘fuga’ de aguas residuales que van directamente al río, por lo que de acuerdo al funcionario, si los colectores trabajaran en su totalidad, esos 500 litros irían a la planta y no al Bravo, por lo que la planta trataría un mayor volumen de agua residual, pero no trabaja a su capacidad porque no fluye suficiente agua para ser tratada de manera adecuada.

“Del volumen que le llega es lo que se trata, pero hay necesidad de comprar equipos nuevos porque los que tiene son muy viejos”, explicó.

Desde entonces dichas descargas de aguas residuales siguen contaminando el río Bravo, y no se ha realizado una rehabilitación total, por lo que ocurren las fallas en los colectores en sus partes más antiguas y dañadas.
“Hay que hacer un plan general e integral en donde se vea una reparación total de los colectores y no solo parches”, refirió.

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