Vencer el miedo es el primer paso para cumplir las metas: científica del Max Plank

María Jazmín Duarte Correa.

Gustavo A. Madero, Ciudad de México, México, América.- María Jazmín Duarte Correa es madre, esposa y científica en el Instituto Max Plank, en Alemania, donde lidera un grupo de investigación compuesto de tres estudiantes de doctorado, dos posdoctorantes y un investigador invitado, con quienes estudia los daños a nivel atómico ocasionados por el hidrógeno en las estructuras donde se almacena este elemento para su uso energético.

Su pasión por el trabajo científico llevó a la graduada de la maestría y el doctorado del Cinvestav Unidad Querétaro, a formar parte de una de las instituciones de investigación más importantes a nivel mundial. Pero el camino no fue fácil, al tener que prepararse no solo en cuestión científica, sino a dominar diversos idiomas; sin embargo, reconoce que el primer gran reto fue vencer el miedo a las nuevas experiencias.

“Antes de iniciar la Ingeniería en Química Metalúrgica en la Universidad Autónoma de Querétaro, no hubiera imaginado trabajar en un país europeo, tenía temor de estar lejos de mi familia, pero después de obtener una beca en un programa de movilidad estudiantil, donde se ofrecían a nivel nacional 30 lugares a estudiantes de ingeniería para hacer una estancia en Francia, fue que el interés por la ciencia venció todos los temores. Es algo que creo le pasa a muchos estudiantes mexicanos, a pesar de que tenemos la capacidad y conocimiento, hay cierto miedo por cambiar de ambiente”, comentó Jazmín Duarte.

La experiencia de realizar trabajo de investigación en Francia la llevó a buscar una institución donde pudiera continuar sus estudios a un alto nivel y con opción a realizar estancias en el extranjero; así, decidió estudiar la maestría y el doctorado en Cinvestav Unidad Querétaro. En ese momento (primera década del siglo) el Centro tenía convenios con la Universidad Politécnica de Cataluña, en Barcelona, que a su vez trabajaba con el Instituto Max Plank: el destino tiene diversos caminos.

Concluida la maestría, realizó parte de su doctorado en el Cinvestav, bajo la supervisión de Aldo Humberto Romero Castro, y lo concluyó en la Universidad Politécnica de Cataluña, con los investigadores Jorge Serrano Gutiérrez y Daniel Crespo Artiaga, y tuvo que defender su tesis en ambos países.

La estancia en España la acercó más hacia el Instituto Max Plank, debido a que muchos de los proyectos en los que participaba precisaron asistir a esa instancia alemana para realizar pruebas con equipos que solo se encontraban allí.

“Cada que iba a Alemania aprovechaba al máximo mi estancia para hacer tantos experimentos como eran posibles, trabajaba mucho y de forma organizada, algo que aprendí en Cinvestav, y eso lo reconocieron en el Instituto para ofrecerme realizar un posdoctorado con ellos. La idea era quedarme solo dos años, pero ya llevo una década en Alemania”, expuso la investigadora del Instituto Max Plank.

La llegada como líder de grupo en el Instituto Max Plank para la Investigación del Hierro y Acero fue algo convulsa; su nombramiento ocurrió en octubre de 2019, pocos meses antes de ser declarada la pandemia de covid-19, por lo que su grupo de investigación no ha crecido al ritmo esperado, aunque ya cuenta con al menos una decena de publicaciones científicas.

Actualmente, su línea de investigación se enfoca al estudio, a nivel nanométrico y atómico, de las afectaciones del hidrógeno a las propiedades mecánicas de los materiales. Este elemento cobra relevancia debido a que se espera sea una alternativa energética a los hidrocarburos, pero se han comprobado daños, difíciles de detectar o prevenir, cuando el hidrógeno se aloja en ciertas regiones de los materiales.

“Es complicado detectar esas fallas porque empiezan a nivel atómico y ocurren de manera instantánea. A esto le llamamos fragilización por hidrógeno, y nosotros nos encargamos de estudiar esos complejos fenómenos que acontecen en el almacenamiento y transporte del elemento, aunque también en otras estructuras, como las soldaduras; es de gran importancia este análisis”, sostuvo la graduada de doctorado del Cinvestav.

Además del trabajo científico, Jazmín Duarte también se ha interesado en temas de equidad y diversidad, así como a promover y apoyar a los connacionales en Alemania, por lo cual debe dividir el tiempo que le resta de la jornada laboral entre esas actividades y convivir con su familia, ya que recientemente tuvo a su primer hijo junto con su esposo de origen polaco.

“Mi familia sabe de mis intenciones de regresar a México para poder ofrecer mi experiencia en la formación de recursos humanos o desarrollo de tecnología, porque el país tiene mucha capacidad. Lo bueno es que mi pareja se enamoró de la cultura mexicana y no será difícil convencerlo de irnos a vivir allá”, bromeó Jazmín Duarte Correa sobre sus planes a futuro.

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