Tradición, herencia y saber en el inventario de las plantas prohibidas: Libro

Tlalpan, Ciudad de México, México, América.- El libro Álbum de plantas prohibidas es una exploración en torno a la prohibición y la vinculación con la flora a través del tiempo, expuso Andrea Fuentes Silva, jefa de producción editorial de la Coordinación de Extensión Universitaria de la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Durante la presentación de la obra de la maestra María del Carmen Tostado Gutiérrez en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara 2022, señaló que el trabajo surge de un inventario emitiado por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).

“Uno pensaría que en esa lista están la marihuana o la amapola, pero resulta que está la menta, la caléndula, la manzanilla y la yerbabuena”, señaló en relación con esta publicación ganadora del Premio Antonio García Cubas 2022, que otorga el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en la categoría de obra científica. (Minuto 2:49)

Entonces, Álbum de plantas prohibidas –coedición de la Coordinación de Extensión Universitaria de la citada sede y Elefanta Editorial– forma parte de la colección Invenciones que ha recogido investigación transdisciplinaria, donde la autora, quien se declara no científica y se disculpa de antemano por los errores que se pudieran encontrar en la obra, va descubriendo este universo de prohibición.

En realidad, se trata de “una manera de plantearse al mundo como una forma de aprenderlo y conocerlo de manera más humilde y genuina”, apuntó.

Emiliano Becerril, coeditor del texto, abundó que la lista de plantas para comercializar es más larga pero tuvieron que cortarla a aquellas que “llegan a estar en las cocinas de nuestras casas y sirven para hacer té, que en exceso puede causar males, como la menta”. (Minuto 20:55)

Se trata de “un obra con un orden arbitrario del conocimiento, pero muy interdisciplinario y pertinente, además no es menor que una etnógrafa haya estado atrás de su elaboración dado que se trabajó en la división geográfica, por continente, dependiendo del origen de cada planta y en distintos momentos”.

En la obra “encontrarán representaciones de plantas, herbarios de Japón del siglo VI, la India o de la Edad Media y lo que es muy bonito en cada una es que es reflejo de una época, además está incorporado el uso cultural de cada planta”, apuntó.

Para la escritora Mónica Laponte en el trabajo hay también un reconocimiento de los saberes tradicionales y de pueblos no occidentales para distinguirlos como un tipo de ciencia, entonces todas estas clasificaciones traen a cuestas la tradición, herencia y saber del orbe.

En ese sentido, “María del Carmen Tostado lo tiene muy presente y celebro que existan este tipo de narrativas fundamentadas en esta manera de investigar, irse por el rizoma, derivar, unir y atar en esta inteligencia colectiva”.

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