Lula asume la Presidencia en Brasil mañana, bajo fuertes medidas de seguridad

Luiz Inácio Lula da Silva.

Brasilia, Brasil, América.- Luiz Inácio Lula da Silva, asume este domingo por tercera vez la presidencia de Brasil, ante cientos de miles de seguidores y casi una veintena de jefes de Estado extranjeros, en medio de una seguridad reforzada tras un frustrado atentado con bomba.

Sin embargo, su predecesor, el ultraderechista Jair Bolsonaro, llamado a pasarle la banda presidencial, partió este viernes rumbo a Estados Unidos, según la prensa local. El diario oficial dio cuenta de un viaje a Florida hasta el 30 de enero.

 Se esperan unas 300 mil personas en la tranquila capital Brasilia para ver de cerca los actos institucionales y asistir a un megaconcierto con lo más variado de la música brasileña, ya bautizado de «Lulapalooza» en redes sociales.

Lula será oficialmente proclamado presidente del gigante suramericano por tercera vez junto a su vicepresidente, Geraldo Alckmin, en una ceremonia en el Congreso.

Pero el momento más esperado por sus seguidores será cuando el veterano político, de 77 años, que dice que dirigirá el país con «la energía de un hombre de 30 y las ganas de uno de 20», suba la rampa de acceso al Palacio de Planalto, sede presidencial y joya del arquitecto Oscar Niemeyer.

Ahí debe pronunciar un discurso ante los miles de presentes. Alrededor de todos los eventos habrá un inédito operativo de seguridad, con las principales avenidas aledañas al Congreso y el Planalto cerradas.

Brasilia movilizará «el 100%» de su policía para la asunción de Lula, lo que podría involucrar a hasta 8 mil agentes, anunciaron sus autoridades.

Solo la Policía Federal empleará más de mil funcionarios en tareas de «inteligencia y seguridad», el mayor contingente hasta ahora en una investidura, según informó esta fuerza. Y el porte de armas para varias categorías de civiles estará prohibido en Brasilia, por orden de la justicia.

En la rampa de Planalto, Lula recibirá la banda presidencial, una cinta de seda verde y amarilla bordada en oro y diamantes.

Normalmente, el nuevo jefe de Estado la recibe de manos de su predecesor, pero Bolsonaro partió el viernes rumbo a Estados Unidos, según la prensa local.

Ningún presidente brasileño ha estado ausente en la ceremonia de posesión de su sucesor desde 1985.

Tras su derrota en octubre, el mandatario autorizó el inicio de la transición gubernamental, pero no reconoció públicamente el triunfo de Lula por 50.9% a 49.1% de los votos, manteniéndose prácticamente en silencio.

Al menos 65 delegaciones extranjeras de alto nivel, incluyendo casi una veintena de jefes de Estado y de gobierno, estarán presentes en la ceremonia de asunción, la mayor presencia internacional en la historia, según los organizadores.

Entre ellos estarán los mandatarios de Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Honduras y Uruguay, además del rey de España.

Washington enviará a la secretaria de Interior, Deb Haaland, la primera indígena en integrar un gabinete en Estados Unidos y dura crítica de Bolsonaro, mientras que por parte de China asistirá el vicepresidente Wang Qishan.

El epicentro de los festejos será la Explanada de los Ministerios, una gran área verde, usualmente desierta, rodeada por los edificios gubernamentales y el Congreso.

Allí se erguirán dos enormes escenarios decorados con los colores de la bandera de Brasil, donde actuarán más de 60 artistas en una treintena de conciertos.

«Tendremos una gran fiesta popular», prometió la futura primera dama, Rosángela da Silva, conocida como «Janja», que organiza al detalle este «Festival del Futuro».

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