Los destellos del Sol podrían ayudar a predecir las erupciones solares

Dos imágenes de una región solar activa (NOAA AR 2109) tomadas por SDO/AIA muestran luz ultravioleta extrema producida por gas coronal de un millón de grados calientes (imágenes superiores) el día antes de que la región se inflamara (izquierda) y el día anterior permaneció tranquila y no estalló (derecha). Los cambios en el brillo (imágenes inferiores) en estos dos momentos muestran diferentes patrones, con parches de variación intensa (áreas en blanco y negro) antes del destello (abajo a la izquierda) y en su mayoría grises (lo que indica baja variabilidad) antes del período de silencio (abajo a la derecha). Credits: NASA/SDO/AIA/Dissauer et al. 2022

Washington, Estados Unidos, América.- En la ardiente atmósfera superior del Sol, un equipo de científicos ha encontrado nuevas pistas que podrían ayudar a predecir cuándo y dónde podría explotar la próxima llamarada del Sol.

Usando datos de la nave SDO de la NASA, investigadores de NorthWest Research Associates, o NWRA, identificaron pequeñas señales en las capas superiores de la atmósfera solar, la corona, que pueden ayudar a identificar qué regiones del Sol tienen más probabilidades de producir radiación solar: ráfagas energéticas de luz y partículas liberadas por el Sol.

Descubrieron que, por encima de las regiones a punto de estallar, la corona producía destellos a pequeña escala, como pequeñas bengalas antes de los grandes fuegos artificiales.

Esta información podría ayudar a mejorar las predicciones de erupciones y tormentas del clima espacial: las condiciones interrumpidas en el espacio causadas por la actividad del Sol. El clima espacial puede afectar a la Tierra de muchas maneras: producir auroras, poner en peligro a los astronautas, interrumpir las comunicaciones por radio e incluso causar grandes apagones eléctricos.

Los científicos han estudiado previamente cómo la actividad en las capas inferiores de la atmósfera del Sol, como la fotosfera y la cromosfera, puede indicar actividad inminente de llamaradas en regiones activas, que a menudo están marcadas por grupos de manchas solares o regiones magnéticas fuertes en la superficie del Sol que son más oscuras y frías en comparación con su entorno.

“Podemos obtener información muy diferente en la corona que la que obtenemos de la fotosfera, o ‘superficie’ del Sol”, dijo KD Leka, autor principal del nuevo estudio, que también es profesor extranjero designado en la Universidad de Nagoya en Japón. “Nuestros resultados pueden darnos un nuevo marcador para distinguir qué regiones activas es probable que se enciendan pronto y cuáles permanecerán tranquilas durante un próximo período de tiempo”.

Para su investigación, los científicos utilizaron una base de datos de imágenes recién creada de las regiones activas del Sol capturadas por el SDO. El recurso disponible públicamente combina más de ocho años de imágenes tomadas de regiones activas en luz ultravioleta y ultravioleta extrema. Dirigida por Karin Dissauer y diseñada por Eric L. Wagner, la nueva base de datos del equipo de NWRA facilita a los científicos el uso de datos del Atmospheric Imaging Assembly (AIA) del SDO para grandes estudios estadísticos.

“Es la primera vez que una base de datos como esta está disponible para la comunidad científica, y será muy útil para estudiar muchos temas, no solo regiones activas listas para llamaradas”, dijo Dissauer.

El equipo de NWRA estudió una gran muestra de regiones activas de la base de datos, utilizando métodos estadísticos desarrollados por el miembro del equipo Graham Barnes. El análisis reveló pequeños destellos en la corona que precedieron a cada destello. Estos y otros nuevos conocimientos brindarán a los investigadores una mejor comprensión de la física que tiene lugar en estas regiones magnéticamente activas, con el objetivo de desarrollar nuevas herramientas para predecir las erupciones solares.

“Con esta investigación, realmente estamos comenzando a profundizar”, dijo Dissauer. “En el futuro, la combinación de toda esta información desde la superficie hasta la corona debería permitir a los meteorólogos hacer mejores predicciones sobre cuándo y dónde ocurrirán las erupciones solares”.

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