En Panamá, no hay interés de las autoridades ante la violencia y precaridad económica que sufren las mujeres trabajadoras

Panamá, Panamá, América.- La pandemia evidenció el rol fundamental que tiene la labor de cuidados en la sociedad. Detrás de millones de hombres y mujeres que se encuentran en sus puestos de trabajo, hay un familiar que asume alguna tarea de cuidados, sea con niños, adultos mayores o personas enfermas.

Una tarea indispensable para el funcionamiento de la sociedad y la sostenibilidad del sistema productivo del país, que mayoritariamente es realizado por mujeres. “Este trabajo no remunerado de las mujeres se observa como una cuestión gratuita, pero eso tiene un costo importante para las mujeres (…) nosotras aportamos una enorme cantidad de riqueza que no se valora, no se cuantifica”, señaló la socióloga Juana Camargo, a propósito del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.

Camargo explicó que, aún cuando por el amor filial muchas mujeres asumen estas tareas, termina siendo una pesada losa que lastra el desarrollo económico y social de ellas y sus familiares. Además, expresa una desigualdad estructural en la medida que son las mujeres y no los hombres quienes se encargan del cuidado.

A su juicio, es urgente impulsar políticas de Estado que atiendan los problemas de las mujeres, que van desde la precaridad laboral hasta la violencia a la que se enfrentan o la poca representación electoral.

“Las mujeres viven en una comunidad que debe protegerlas, y eso no sucede. Nunca he visto a un presidente plantear nada sobre algún feminicidio, por más duro que hayan matado a esa mujer…, eso te dice que no importa“, recalcó la feminista.

Aunque Panamá mantiene una legislación que abarca varios problemas de las mujeres y niñas, Camargo denunció que la norma queda en “papel mojado”, como el caso del Ministerio de la Mujer recién creado, que opera con un presupuesto mínimo.

Si los problemas de las mujeres les importaran a los gobernantes, destinarían los recursos necesarios. Tiene que haber una agenda política que contemple el tema de violencia y no ver la inseguridad como un tema de pandillas solamente. “No puede ser que haya violaciones sexuales, necesitamos calles seguras”, enfatizó Camargo.

La desigualdad contra la mujer también se refleja en los espacios políticos y académicos. “Las mujeres desde que alcanzaron el voto no llenan la Asamblea Nacional, ¿Cuántas rectoras ha tenido la Universidad de Panamá? Igual ocurre en el campo de la ciencia y la tecnología, en salud. Tantas mujeres médicas y no hay una ministra, dijo.

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