Crean el primer transistor de madera del Planeta que conduce la electricidad

Berna, Suiza, Europa.- El desarrollo del primer transistor del mundo fabricado con madera que es capaz de conducir la electricidad se ha convertido en un hito histórico en biofísica que abre camino a la creación de dispositivos electrónicos basados en madera.

«Demostramos un principio que nadie había hecho antes. Ciertamente, el transistor de madera es lento y torpe, pero funciona y el potencial de desarrollo es grande», afirmó el profesor adjunto del Laboratorio de Electrónica Orgánica de la Universidad de Linkoping, Isak Engquist.

Los transistores se inventaron hace casi 100 años y se consideran un hito importante en el desarrollo tecnológico, al mismo nivel que el teléfono y la bombilla. Hoy son un componente clave de la electrónica moderna y se fabrican hasta la nanoescala. Un transistor regula la corriente que pasa a través de él y también puede funcionar como interruptor.

Los intentos anteriores de fabricar transistores con madera solo eran capaces de regular el flujo de iones y dejaban de funcionar cuando éstos se agotaban. El nuevo desarrollo, en cambio, puede funcionar continuamente a un nivel de señal de salida seleccionado. También puede encenderse y apagarse, aunque con bastante lentitud: ‘apagado’ tardaba aproximadamente un segundo y ‘encendido’ unos cinco segundos.

El transistor se creó a partir de madera de balsa, elegida por su estructura uniforme y la ausencia de anillos anuales. Después, los investigadores eliminaron la lignina, un polímero orgánico que forma el material estructural de los tejidos de soporte, y todo lo que quedó fueron largas fibras de celulosa con canales donde antes había estado la lignina. La estructura final a base de celulosa se recubrió con un polímero conductor.

Engquist admitió que el transistor de madera se produjo como una prueba de principio, sin ninguna aplicación específica en mente, aunque preveía que estimularía e inspiraría nuevas investigaciones con un propósito más claro y realista.

Aun así, entre las posibles aplicaciones puede figurar la regulación de las llamadas plantas electrónicas, que es un nuevo concepto técnico basado en la integración de la electrónica en plantas vivas y una especialidad de la Universidad de Linkoping. También puede favorecer el desarrollo de transistores orgánicos.

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