Los alcanzó el destino

Por: Felipe Martínez Chávez

Cd. Victoria, Tamaulipas.- El destino parece alcanzar a una familia de victorenses que han vivido al filo de la navaja en los últimos lustros. Se apagó la buena estrella.

Gozaron del poder y dinero oficial. En sus días de gloria en Tamaulipas y Nuevo León, se vieron envueltos en escándalos de corrupción y favoritismos. Su buena suerte terminó en Coahuila.

Hasta se publicó que participaron en el financiamiento -ilegal- del candidato derechista al gobierno de Guatemala, Alejandro Giammattei, quien ganó los comicios y es Presidente desde enero del 2020.

Ella es Aida Aracely Acuña Cruz, Contralora del Gobernador Tomás Yarrington Ruvalcaba, a cuya salida la hizo diputada (protegerle las cuentas públicas) local, y Rafael García Luna Martínez, ex delegado del ISSSTE que dejó una historia de corrupción más larga que la Cuaresma.

Pues bien, el fin de semana fue detenido por la FGR en San Pedro Garza García, N. L., uno de los cachorros, Luis Rafael “G”, socio mayoritario de la mina El Pinabete, en Coahuila, acusado de diversos delitos luego del accidente en que quedaron atrapados en los socavones diez trabajadores, en hechos del 3 de agosto de 2022.

La detención se hizo luego de un cateo en un domicilio del exclusivo fraccionamiento Valle de San Ángel. Como medida cautelar preventiva el juez de la causa determinó que lleve el proceso en prisión.

Está acusado de explotación ilícitas de un bien nacional, con lo cual podría ser condenado a 12 años de cárcel.

De pertenecer a una familia de clase media baja, con residencia en la “Col Mainer”, los García se convirtieron en potentados. Al terminar Aida el trienio en  el Congreso, se fueron a vivir a Monterrey donde se vio envuelta en actos de corrupción como contralora del Parque Fundidora.

Revelaciones periodísticas dicen que recibió el nombramiento en enero del 2012 y, para 2012 permitía el otorgamiento de contratos la empresa Ral del Noreste, propiedad de su marido Luis Rafael y su hijo del mismo nombre.

Con supuesto domicilio en la calle Lauro Aguirre 2705 del fraccionamiento Valle de Aguayo en esta capital, la empresa fue considerada como facturera. No existían oficinas.

Creció el escándalo cuando se supo que cuatro familiares más de ella y su marido cobraban en el Parque Fundidora, como un Salvador García Vargas, jurídico.

¿Por qué concepto se le pagaron 1.3 millones? Anotaron que “asesoría para elaborar protocolos”.

Después de eso las voces locales perdieron la pista del matrimonio ¿qué hacen ahora?. Informes confidenciales dicen que se desplazan pro el sureste mexicano, que andan en negociaciones para adquirir, junto con Fernando Cano Martínez, el rancho  “El Mostrenco”, propiedad del ex Gobernador de Yucatán, Mario Villanueva Madrid, para convertirlo en hotel. Hay dinero.

El cachorro, que se quedó en Nuevo León, se dedicó a los negocios de minería con otros personajes que aparecen siempre en el escándalo, como Régulo Zapata Morales, el otro presunto implicado en el tema de financiamiento de la campaña presidencia en Guatemala. Siempre juntos los dos.

Dicen los informes que en 2018 el hijo de la Mainero fue ungido presidente de la empresa Pinabete. Tal bien le fue que en 2022 recibió pagos por hasta 22 millones de pesos al venderle carbón (mineral) a la Comisión Federal de Electricidad, en Coahuila.

“Hijo de tigre pintito”. Salió “bueno para los negocios”, igual que su padre que ya no se acuerda del consultorio como médico general en la clínica del Issste de la capital.

Como delgado del ISSTE, Luis Rafael se ganó a pulso los señalamientos de corrupción. Nunca lo alcanzó el largo brazo de la Ley pese a que las auditorías lo incriminaban. Siempre lo protegieron “manos extrañas” que venían de Palacio de Gobierno.

Una denuncia de los diputados locales del PAN señalaron que el médico García otorgó concesión por el servicio de vigilancia a la empresa Corporativo Santander, mediante el “cómodo” moche de 200 mil varos, esto en 2004.

Otorgó otros contratos a una empresa llamada Sistemas y Procesos Integrales de Protección, de la que tampoco se supo si existía pues declaraba dos domicilios: Boulevard López Portillo No. 1201 L-1A, y en otra parte señala  Once y Berriozábal ¿cuál el verdadero?.

Aparecieron varios nombres como el subdelegado Abel Alvarado Tijerina y la encargada de oficina de licitaciones, Carla Ríos Rodríguez, Hugo Hernández, del departamento de Limpieza y otros que intervenían en la asignación irregular de contratos.

Todo hizo negocio el señor García: Hasta recibos de viáticos fantasmas para colaboradoras del Instituto, para convertir la lana en autos de lujo que regalaba a ellas.

Ingresó al ISSSTE (nómina) en 1999 y fue hasta diciembre del 2012 en que aceptó hacer pública parte de su declaración patrimonial.

En ese periodo compró once propiedades, todas “al contado”, como escribió: Seis casas, tres terrenos, dos locales comerciales y un apartamento.

Igual en 2012 compró al contado un Jeep Wrangler de lujo. No debía ni los saludos.

En esta capital pocos los recuerdan. Solo reciben noticias de medios nacionales cuando los “atoran”, como es el caso del Junior.

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