Hablando de puñaladas y traiciones

Por Felipe Martínez Chávez

Cd. Victoria, Tamaulipas.- Eduardo Gattás Báez rindió protesta por segunda ocasión como alcalde de Victoria.  Es el primero en la historia que alcanza la reelección (y con seguridad el último porque la figura desaparecerá en el gobinrno de Claudia Sheinbaum).

De Palacio le mandaron al representante que quería, Pedro Cepeda Anaya, el ejecutor de las obras de apoyo del Gobierno del Estado en la capital.

Gattás presumió 1,600 millones de pesos en obra pública en los dos últimos años (gobierno de Américo Villarreal), tres niveles de gobierno, en que destacan 409 acciones de pavimentación de calles.

Y mencionó algo que tiene mucho que agradecer al Gobernador Américo Villarreal: El Fondo de Capitalidad que le negó el anterior Gobernador, con tanto odio que vetó el respectivo decreto que habían aprobado los diputados morenistas.

Desde antes de comenzar su segundo periodo, Lalo, como se le conoce, comenzó amarres con los sectores activos. Se reunió el miércoles con el sector privado, los iniciativos, a quienes presentó el Modelo de Gobierno 2024-2027.

Participaron entre otros, David Canales González y Juan Pablo González, de CANIRAC; Greyci Ethel Robles Barajas, de CANACO Servytur; Jorge Adán Contreras Galván, de CMIC; René Guajardo Maldonado, de CANDEVI; Fidel Gallardo Aguilar, de COPARMEX, y Gregoria Santos González de la Asociación de Mujeres Profesionistas.

Eduardo pretende reinventar la administración que inició hace tres años, bajo otras condiciones. Los panistas le dejaron una deuda de 550 millones de pesillos, entre ellos de una COMAPA que tenía cortada la luz y operando las cajas con una plantita generadora de energía.

Los azules se gastaron la lana en una campaña fallida por la elección de Pilar Gómez Leal, La Texana, que no regresó ni por la feria. Se regresó a su país de origen, lo cual es otra historia.

Desde la llegada de la 4T, a Victoria le ha ido mejor. Américo cumplirá el próximo martes los primeros dos años al frente de los destinos de los tamaulipecos. Se esperan pronunciamientos y evaluación de metas.

Cambiando de tema, la del partido Morena es una historia interminable de puñaladas y traiciones por la voracidad y condición humana del agandalle, hacer carrera política y fortuna por la vía más fácil y rápida.

La historia más vergonzosa ocurrió hace tres años (30 septiembre), cuando la corrupción ¿qué más? volteó la mayoría de diputados que los ciudadanos le dieron en el Congreso del Estado, para convertirse en oposición.

Siempre se dijo que chorrearon billetes y favores, cuando no amenazas de la General de Gobierno. La verdad nunca se supo pero nadie lo duda.

Pues bien, este mismo día 30, pero a las once de la noche, está prevista la ceremonia de asunción de la 66 legislatura, con mayoría calificada de Morena.

Las condiciones son diferentes. El mero día en que se instaló la 65 comenzaron las traiciones. Desertaron de la bancada de Morena, Lidia Martínez López y Leticia Sánchez Guillermo. Se incorporaron al PAN.

En los siguientes días se declararon azules Nancy Ruiz Martínez (era secretaria general del CDE de Morena) y Leticia Vargas Alvarez. Desertó igual Nayeli Lara Monroy, como independiente, en tanto Jesús Suárez Mata comenzó a votar por la bancada panista.

Se rumoró que el “chapulineo” tuvo recompensas millonarias, maletines de dinero en efectivo para no dejar huellas bancarias.

Un año después Lara Monroy y Sánchez Guillermo regresaron a las filas guindas. Días después la segunda volvió a traicionar y culmina en las filas del PAN, sin futuro alguno. Su carrera política ha muerto.

No era la primera vez que Morena era objeto de malas jugadas. En la 64 ingresaron nueve diputados, de ellos una de mayoría, Leticia Sánchez.

A mitad de camino se cuartearon otros, los principales Ulises Martínez Trejo y Rigoberto Ramos Ordóñez, de Reynosa. Se cambiaron a la bancada del PAN e hicieron campaña por sus candidatos, alcaldías y diputaciones.

Una más, Edna Rivera López, se incorporó en 2021 al proselitismo celeste, dolida porque Morena no la hizo candidata en Tampico (que habría perdido). En 2024 jugó para diputada federal por MC, octavo distrito.

Las ambiciones desmedidas le ganan al bien, caso de Ramón Garza Barrios, ex presidente tricolor de Nuevo Laredo, que este jueves el Tribunal Electoral local agendó resolver. Quería ser candidato a la alcaldía.

Se registró en 2024 en la interna a sabiendas que no tenía posibilidad. Se dedicó a enlodar el proceso de reelección de Carmen Lilia Canturosas. Hizo campaña a favor de la contrincante, Yahleel Abdala Carmona.

Morena es asediado por oportunistas y trepadores. El caso más sonado en 2024 es el de Juvenal Hernández Llanos y su esposa Alma Laura Amparán, que explotaron por ocho años la alcaldía de Altamira y quisieron dejar a su hija.

Se registró en la interna guinda y, al no conseguirlo, se fue por donde vino ¿qué habría pasado si Morena lo deja poner un pie en el partido?.

Son muchas las traiciones y puñaladas que ha recibido Morena en los últimos procesos, y seguirán. La condición humana es de ventajistas, lagartos y chaqueteros, pero luego continuamos. El espacio se terminó.

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