Llegaron los de la Mainero

Por: Mayema

Llego Don Evaristo, viejo pelón, gordo y bigotón de la colonia Mainero dedicado a la venta de ropa y zapatos, hasta el mostrador de la vieja tienda de consejos, se ajustó el pantalón tomándolo con ambas manos hasta la zona del ombligo, y le dijo al vendedor de consejos golpeando con la mano abierta el mostrador.

Me gusta terapeuta, me gusta.

¿Qué le gusta Don Evaristo?

Movió la boca para ambos lados de la cara, afino y enrollo los bigotes para arriba y dijo, por primera vez terapeuta, por primera vez me gusta lo que está haciendo este gobernador, mira, dijo poniendo ambos codos sobre el mostrador, está poniendo en los puestos buenos pura gente que le sabe, pura gente que se hizo como él en la administración pública ahí están Jesús Lavín Verástegui, como Secretario de Administración, toda su vida en la Universidad y el Gobierno, ahí esta este muchacho Dámaso Anaya, Secretario de Desarrollo Rural, hombre de buena familia y que el Cabeza de Vaca ya lo andaba queriendo hacer perro del mal, nomás porque trabajo para Lalo Gattas en el municipio.

Oye, pero lo más mejor pa los de la Mainero, por primera vez tenemos un muchacho de nosotros en un puesto grande, hay tenemos a Vicente Joel Hernández Navarro en la Secretaría de Salud, si te acuerdas de él verdad, es aquel muchacho que vivía en el 7 González, el hijo de Vicente Hernández y doña Sara Navarro. Vicente era el chofer de la mueblería México, te acuerdas, y doña Sara tenía una tiendita y ahí empezó a vender muebles en abonos, doña Sara era la buena para la venta, llegaron a tener tres mueblerías en victoria, una en la Mainero, otra en el 16 Conrado Castillo y otra en el 8 Guerrero, aaaa y los Hernández Navarro también tenían una mueblería en Jiménez y otra en Soto la Marina, al último el encargado de las mueblerías era Alejandro que también era o es bueno para los negocios.

El más seriecillo de los 5 hermanos era Vicente Joel, muy aplicado y dedicado, por eso estudio medicina y luego se especializó en reparar huesos, también en eso salió bueno y ahora, pos nomas es el señor Secretario de Salud; que tal pa los de la Mainero, terapeuta, a poco no tenemos motivos para estar contentos.

Bueno, dijo don Evaristo, me retiro terapeuta, hoy no te voy a comprar nada, nomas quería sacar eso que se me andaba atorando en el gaznate y se perdió caminando entre la gente con el rumbo del mercado.

En el psicodrama, la realidad siempre supera la fantasía.

Nos leemos pronto.          

Manuelyeverino56@gmail.com

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