Crece inquietud por nuevos libros de texto

Por: Alejandro Govea Torres

          Desde que el director general de Materiales Educativos de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Max Arriaga Navarro, arrancó las asambleas de análisis del plan y programa de estudio para el diseño de los nuevos Libros de Texto Gratuitos para la Educación Básica en Tampico, comenzaron las críticas por parte de maestras y maestros, luego fueron los expertos en pedagogía, posteriormente fueron las empresas editoriales y ahora son los padres de familia que se oponen a que sean utilizados en el ciclo escolar 2022-2023 que se iniciará durante la última semana de agosto próximo.

          La inquietud de los padres de familia creció cuando se enteraron de que Arriaga Navarro contrató al venezolano Sady Arturo Loaiza Escalona como director de Desarrollo e Innovación de Materiales Educativos para diseñar los nuevos libros de texto por ideas de izquierda surgidas durante el régimen de Nicolás Maduro Moros y heredadas del dictador Hugo Chávez Frías (QEPD).

          Y se alarmaron más cuando algunos colaboradores de Arriaga Navarro denunciaron que se pretendía desaparecer varias palabras por ser disque neoliberales, como es el caso de productividad, eficiencia, eficacia, calidad educativa, sociedad del conocimiento, competencia, entre otras.

          Las voces en contra de la elaboración de los nuevos libros de texto por parte de la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF), que preside Luis Arturo Solís Bravo, lograron que la Jueza Tercera de Distrito en Materia Administrativa en la Ciudad de México, Yadira Elizabeth Medina Alcántara concediera un amparo por la ausencia de planes y programas de estudio que sustenten los materiales, sin dejar de mencionar que no se aplicaron consultas con tutores y docentes.

          Recientemente, la inquietud de los padres de familia creció porque varios pedagogos e investigadores denunciaron que la enseñanza de las matemáticas prácticamente desapareció en los nuevos libros de texto para el primer año de primaria, cuya omisión propiciará que las nuevas generaciones de mexicanos no tengan los conocimientos básicos para ser competitivos.

          Los expertos en la enseñanza de las matemáticas coincidieron en señalar que los nuevos libros de texto de nada ayudarán a mejorar la educación básica, puesto que no sólo contienen diversos errores de cálculo, sino también carecen de planteamientos lógicos para la enseñanza.

          Por su parte, varios legisladores de Morena defienden los nuevos libros de texto que elaboró la SEP, como es el caso de la presidenta de la Comisión de Educación en el Senado, Antares Vázquez Alatorre, quien señaló que todavía no hay una versión final, sin embargo, se sabe que a pesar de que había un amparo que prohibía su impresión, ya se encuentran en bodegas en los estados para ser distribuidos ahora que arranque el ciclo escolar 2022-2023 durante la última semana de agosto próximo.

          Seguramente, el diputado local Juan Vital Román Martínez de Morena también defenderá la elaboración de los nuevos libros de texto por parte de la SEP, sin embargo, no podrá ocultar que existe una creciente inquietud entre los padres de familia por el futuro que tendrán ante una educación pública sectaria y mediocre que se tiene en la actualidad.

          En otro tema, tal y como se lo comenté en la colaboración de anteayer, el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) aprobó por mayoría calificada desechar por completo el “Plan B” de la reforma electoral del presidente López Obrador, ya que fueron evidentes las violaciones al procedimiento legislativo por aprobar en fast track la noche del pasado 28 de abril, que pasará a la historia como la “noche negra” del Senado.

El “tiro de gracia” del “Plan B” de López Obrador fue por 9 votos a favor del proyecto de sentencia del ministro ponente Javier Laynez Potisek y dos en contra de las ministras Yasmín Esquivel Mossa y Loretta Ortiz Ahlf, que ahora son conocidas en el ámbito judicial como las “chicas soy palacio”.

La ministra Esquivel Mossa fue la más incisiva en su exposición para manifestarse en contra del proyecto de sentencia que desechó por completo el “Plan B”, puesto que calificó como simples vicios legislativos que los integrantes de la Comisión Permanente ni siquiera leyeran la iniciativa de reforma para aprobarla, así como también que el dictamen ya aprobado fuera cambiado de última hora sin tomar en cuenta a ningún legislador, entre otras irregularidades.

La actitud cortesana de la ministra Esquivel Mossa demuestra claramente que busca tener el apoyo de López Obrador para impedir que el Comité de Ética de la UNAM dé a conocer el resultado de su investigación en torno a la denuncia de plagio de la tesis de licenciatura que tiene en contra.

En otro tema, Zósimo Camacho Ibarra, editor de la revista Contralínea, uno de los disque periodistas consentidos de López Obrador, acudió a la conferencia mañanera del lunes pasado en Palacio Nacional para denunciar una serie de casos de corrupción realizados por el excanciller Marcelo Ebrard Casaubón, cuya acusación temeraria es considerada como “fuego amigo” entre las corcholatas que se disputan la coordinación nacional de los Comités en Defensa de la 4° Transformación.

Camacho Ibarra aseguró que el excanciller formó parte de una “red financiera de empresas que recibieron permisos y concesiones cuando fue Jefe de Gobierno de la Ciudad de México para construir las obras viales de la zona residencial de Santa Fe”.

El editor de la revista Contralínea dijo que tenía conocimiento de que en aquella época se realizaron transferencias de dinero a Suiza, Estados Unidos y Canadá, sin señalar abiertamente a la cuenta bancaria en que fueron depositadas.

Correo electrónico: jagovea_53@yahoo.com

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