Perú: Ataque a la democracia en medio de corrupción endémica: Académico de la Ibero

Pedro Castillo

Álvaro Obregón, Ciudad de México, México, América.- Tras su destitución y arresto ocurridos este 7 de diciembre, el ahora ex presidente de Perú Pedro Castillo se suma a una serie de ex mandatarios peruanos que han concluido sus periodos anticipadamente en medio de acusaciones relacionadas con la corrupción.

Álvaro Obregón, Ciudad de México, México, América.- Tras su destitución y arresto ocurridos este 7 de diciembre, el ahora ex presidente de Perú Pedro Castillo se suma a una serie de ex mandatarios peruanos que han concluido sus periodos anticipadamente en medio de acusaciones relacionadas con la corrupción.

Para el Dr. Thomas Legler, académico del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana CDMX, este incidente se trata de un ataque a la democracia que se enmarca en una fuerte percepción del pueblo peruano de una corrupción endémica contra la que ha luchado desde hace ya muchos años, como en el caso del ex presidente Alberto Fujimori en los años 2000, quien intentó perpetuarse en el poder mediante una reelección constitucionalmente cuestionable.

La continuación de esta preocupante pauta ha minado la confianza del pueblo peruano en las instituciones públicas, pues el electorado percibía que Pedro Castillo no estaba vinculado con los partidos políticos y los poderes fácticos en el país, pero ahora pareciera que no fue diferente a cualquier otro presidente de los años recientes.

En tono regional o hemisférico, vemos que la posibilidad de algún acontecimiento dramático que pudiera minar el orden constitucional democrático es una posibilidad real en cualquier país, lamentó Legler.

Entre la ingobernabilidad y la oposición

La situación, explicó el investigador, había sido problemática desde la elección de Pedro Castillo el año pasado, en unas elecciones muy controvertidas que ganó por muy pocos votos en contra de la otra candidata presidencial, Keiko Fujimori, hija del ex presidente y dictador Alberto Fujimori.

Así que llegó al poder sin mucha presencia en el Congreso, y desde el primer día enfrentó una situación de gobierno dividido, pues la mayoría de los legisladores eran afines a Fujimori. Tuvo que lidiar con ese fuerte reto de gobernabilidad desde el principio.

Pero ello no justifica las acciones antidemocráticas a las que recurrió, pues recientemente anunció una situación de emergencia en el país y suspendió el proceso normal constitucional jurídico y legislativo al anunciar la disolución del Congreso. Aunado a ello, la oposición no tuvo que buscar muy lejos para encontrar elementos sospechosos para acusarlo de posible corrupción, consideró nuestro académico IBERO.

Por ahora, el Congreso ya autorizó que la vicepresidenta Dina Boluarte asumiera en lugar de Castillo, y es probable que haya llamado a otra ronda de elecciones en el país.

No obstante estos sucesos de inestabilidad esporádicos que ocurren en Perú, es un país cuyas instituciones han logrado superar una crisis tras otra, celebró Legler. “Vamos a ver nuevamente que hay cierta resiliencia en estas situaciones peruanas y confío en que las cosas sí van a volver a cierta normalidad”, pero advirtió que continúan una serie de problemas percibidos por la población como inaceptables, como una corrupción endémica en el país, problemas de inclusión, desigualdad y pobreza, y esos problemas no van a desaparecer.

Para el Dr. Thomas Legler, académico del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana CDMX, este incidente se trata de un ataque a la democracia que se enmarca en una fuerte percepción del pueblo peruano de una corrupción endémica contra la que ha luchado desde hace ya muchos años, como en el caso del ex presidente Alberto Fujimori en los años 2000, quien intentó perpetuarse en el poder mediante una reelección constitucionalmente cuestionable.

La continuación de esta preocupante pauta ha minado la confianza del pueblo peruano en las instituciones públicas, pues el electorado percibía que Pedro Castillo no estaba vinculado con los partidos políticos y los poderes fácticos en el país, pero ahora pareciera que no fue diferente a cualquier otro presidente de los años recientes.

En tono regional o hemisférico, vemos que la posibilidad de algún acontecimiento dramático que pudiera minar el orden constitucional democrático es una posibilidad real en cualquier país, lamentó Legler.

Entre la ingobernabilidad y la oposición

La situación, explicó el investigador, había sido problemática desde la elección de Pedro Castillo el año pasado, en unas elecciones muy controvertidas que ganó por muy pocos votos en contra de la otra candidata presidencial, Keiko Fujimori, hija del ex presidente y dictador Alberto Fujimori.

Así que llegó al poder sin mucha presencia en el Congreso, y desde el primer día enfrentó una situación de gobierno dividido, pues la mayoría de los legisladores eran afines a Fujimori. Tuvo que lidiar con ese fuerte reto de gobernabilidad desde el principio.

Pero ello no justifica las acciones antidemocráticas a las que recurrió, pues recientemente anunció una situación de emergencia en el país y suspendió el proceso normal constitucional jurídico y legislativo al anunciar la disolución del Congreso. Aunado a ello, la oposición no tuvo que buscar muy lejos para encontrar elementos sospechosos para acusarlo de posible corrupción, consideró nuestro académico IBERO.

Por ahora, el Congreso ya autorizó que la vicepresidenta Dina Boluarte asumiera en lugar de Castillo, y es probable que haya llamado a otra ronda de elecciones en el país.

No obstante estos sucesos de inestabilidad esporádicos que ocurren en Perú, es un país cuyas instituciones han logrado superar una crisis tras otra, celebró Legler. “Vamos a ver nuevamente que hay cierta resiliencia en estas situaciones peruanas y confío en que las cosas sí van a volver a cierta normalidad”, pero advirtió que continúan una serie de problemas percibidos por la población como inaceptables, como una corrupción endémica en el país, problemas de inclusión, desigualdad y pobreza, y esos problemas no van a desaparecer.

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