La inclusión, vital para reconocer aportación de personas en condición de discapacidad: UAM
Tlalpan, Ciudad de México, México, América.- El uso de mecanismos para detectar y eliminar las barreras que enfrenta la comunidad en condición de discapacidad –sean físicas, simbólicas, sociales, educativas o administrativas– resulta fundamental para propiciar una mayor participación y reconocimiento a las aportaciones de este sector en todos los ámbitos del quehacer universitario, aseguró la doctora Verónica Medina Bañuelos, rectora de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). [Minuto 05:45]
En la inauguración del Foro temático Inclusión de personas con discapacidad en la educación superior: retos y oportunidades, señaló que desde finales de 2020 el campus cuenta con una comisión académica inter y multidisciplinaria denominada UAM-I inclusiva, integrada por las tres divisiones académicas: Ciencias Básicas e Ingeniería, Ciencias Biológicas y de la Salud, así como Ciencias Sociales y Humanidades. (Minuto 03:53)
Dicha instancia ha desarrollado propuestas y acciones que van desde innovaciones hacia modelos pedagógicos más flexibles en términos de inclusión hasta actividades que han fructificado en seminarios, encuestas, concursos y campañas informativas, así como para el fortalecimiento del marco normativo a través de las políticas transversales de inclusión, equidad, accesibilidad y no discriminación, aprobadas recientemente por el Colegio Académico de esta casa de estudios.
En este contexto, Medina Bañuelos destacó los avances de la Ley General para la Inclusión de las personas con discapacidad (2011) y las posteriores reformas constitucionales al artículo 4º y a la Ley General de Educación, que representan “pasos firmes en la búsqueda para garantizar mayores oportunidades y mejores condiciones de vida para este importante sector de la sociedad en nuestro país, que representan el 4.9 por ciento del total de la población de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI)”. (Minuto 02:32)
Por tanto, “celebro la realización de este foro que ahora nos reúne a instancias gubernamentales y universitarias en una estrategia integral” cuyos resultados coadyuvarán a la mejora de las políticas en materia de modelos de atención a la gente con discapacidad a través de un diálogo enriquecedor con especialistas de centros escolares.
La rectora recordó el Día Internacional de las Personas con Discapacidad –el 3 de septiembre– como una fecha que “nos convoca a la sensibilización y a la acción respecto de la deuda histórica que tenemos hacia quienes viven con esta condición, así como en el rezago en el cumplimiento de sus derechos y en los mecanismos para garantizar su plena e irrestricta inclusión a la sociedad”.
La licenciada María del Rocío García Pérez, subsecretaria de Bienestar del gobierno federal, señaló que, pese a acuerdos, convenciones y leyes aprobadas para reconocer los derechos de ese grupo poblacional, “hay visiones que siguen encasillando la discapacidad en la parte médica como una enfermedad limitante que dificultad la participación plena de un individuo en los diferentes ámbitos de la vida social, incluida la enseñanza superior”.
Por tanto, conminó a impulsar una visión distinta “en la que la funcionalidad física e intelectual no sea condicionante para que ejerzan sus derechos, sobre todo cuando enfrentan barreras para acceder a las instalaciones de los centros escolares y, por increíble que parezca, en nuestros días aún tienen que sortear diversas formas de estigmatización y discriminación”. (Minuto 09:56)
La discapacidad no es lo que hace difícil la vida de un individuo, sino las barreras a su alrededor –en el hogar, el trabajo, la escuela y la calle–, entonces su inclusión en el ámbito educativo implica acercar las aulas a una realidad social que obliga a redoblar esfuerzos, dado que la tasa de alfabetización en personas adultas en esta condición es de tres por ciento y de uno en el caso de las mujeres”.
Todo ello, a pesar de que los mil millones de personas con discapacidad son la minoría más grande del mundo y representan alrededor de 15 por ciento del total de la población global, de acuerdo con el programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, precisó.
El maestro Servando Gutiérrez Ramírez, investigador del Departamento de Sociología de esa sede universitaria, refirió que en México, de acuerdo con datos del Censo de Población y Vivienda 2020, hay seis millones 179 mil 890 individuos con algún tipo de discapacidad, lo que representa 4.9 por ciento del total de habitantes del país.
El también asesor de la Subcomisión encargada de la revisión y formulación del articulado sobre planes y programas de estudio en la comisión respectiva en el Colegio Académico, señaló que las instituciones de educación superior están trabajando y colaborando para alcanzar el compromiso de vital urgencia de promover e impulsar cambios orientados a la creación y consolidación de políticas públicas y universitarias que coincidan en un cambio cultural inclusivo.
La Casa abierta al tiempo aprobó el pasado 8 de noviembre la reforma al Reglamento de Estudios Superiores para darle vida a las políticas transversales de Inclusión, equidad, accesibilidad y no discriminación que va a tener un antecedente para la UAMI a partir del modelo académico de construcción colaborativo del aprendizaje conjuntamente con el proyecto UAM-I Inclusiva, refirió.
La licenciada Jasmín López Montiel, académica de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), Unidad San Lorenzo Tezonco, señaló que el objetivo del programa Letras habladas, del cual es responsable, tiene el proósito de generar condiciones para que las personas que viven con una discapacidad puedan estar de manera equitativa en el contexto académico.
“Las deficiencias de acceso no sólo tienen que ver con las instituciones de enseñanza superior, sino con todo el trayecto escolar, prueba de ello es que mientras una de cada siete personas logra cursar estudios superiores, sólo una de cada 20 con alguna discapacidad puede incorporarse al nivel universitario”, reconoció.
Entonces, la razón por la que no llegan es una responsabilidad compartida de la institución de educación superior, “pero también del tejido social que tiene que ver con las políticas públicas, si bien ahora ya se empieza a trabajar para quitar esas etiquetas sobre ese sector poblacional, aunque se debería abarcar desde la primaria”.
La maestra Camerina Ahideé Robles Cuellar, especialista en pedagogía de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y la doctora María Edith Reyes Lastiri, coordinadora del programa Somos Uno Más de la Universidad Iberoamericana, abordaron los programas y acciones que realizan en sus instituciones encaminados a terminar la discriminación.
La Facultad de Filosofía y Letras desde hace 18 años cuenta con el programa Universidad inclusiva para generar acciones para la inserción de personas con discapacidad, promoviendo condiciones de equiparación de oportunidades que propicien un cambio en la cultura, las políticas y las prácticas institucionales, destacó Robles Cuéllar.
En tanto, la Universidad Iberoamericana ha desarrollado un proyecto dirigido a alumnos con discapacidad auditiva, utilizando materiales del índice de inclusión, “con lo que hemos empujado el trabajo con los distintos agentes que conforman la comunidad y que no solamente haya políticas en las que se reconoce la inclusión de estas personas, sino que logremos aterrizarlo en prácticas” añadió Reyes Lastiri.
“Actualmente está en operación un programa con estudiantes sordos que ingresaron a una carrera técnica universitaria en hoteles y restaurantes, para el que se cuenta con el apoyo de un intérprete de lenguas de señas mexicanas”.
La doctora Mercedes Jatziri Gaitán González, coordinadora de Desarrollo Académico e Institucional de la Unidad Iztapalapa, moderó el foro organizado de manera conjunta por esa instancia y la Secretaría de Bienestar federal y que contó también con intérpretes en lenguas de señas mexicanas.
