Pobreza extrema y falta de empleo reduce y despoja a la etnia guarijía en sonora

Hermosillo, Sonora, México, América.- La falta de empleo, alimento o acceso a la salud, han comenzado un despojo silencioso al interior de la etnia guarijía, ya que los jóvenes se ven obligados a abandonar sus lugares de origen, en busca de garantizar la sobrevivencia de sus familias.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), a principios del año 2000, la etnia guarijía o ‘Makurawe’, estaba conformada con dos mil 293 pobladores, y actualmente se contabilizan alrededor de mil 971 habitantes, lo cual significa una reducción del 14 por ciento de su población en los últimos 20 años.

En los últimos años, las 25 localidades que conforman el Pueblo Guarijío en la parte alta de la sierra del Sur de Sonora, han registrado un alto porcentaje de migración, principalmente de jóvenes.

    Cada vez termina la temporada de siembra, muchos jóvenes empiezan a salir de sus comunidades y emigran al Valle del Mayo, principalmente, en busca de mejores condiciones de empleo para poder subsistir y les resulta difícil regresar a su pueblo”, indicó Héctor Zaila Enríquez, vocero de la comunidad guarijía.

Uno de los lugares con mayor asentamiento de los migrantes guarijíos es el municipio de Etchojoa, donde las condiciones a donde llegan no son las óptimas, al no contar con vivienda digna, agua potable o luz eléctrica, sin embargo, los jóvenes migrantes deben soportar estas condiciones para poder garantizar el alimento a sus familias.

    Muchas veces, como no hay suficiente espacio en los lugares donde llegan, ellos tienen que hacer una especie de choza con hules negros para aguantar un poquito las inclemencias del clima, ya sea en tiempo de calor o en las heladas, se tienen que buscar como acondicionar su estancia”, afirmó Zaila Enríquez.

Exhortó a las autoridades federales a retomar los distintos programas de empleo temporal, ya que sólo así, se pudiera reducir la migración de jóvenes en la etnia guarijío y mitigar el hambre en sus comunidades durante un par de meses.

“Las autoridades de todos los niveles deben abocarse a facilitar programas que puedan realizar desde su lugar de origen, tenemos el tema de la Presa Los Pilares, que supuestamente debería de estar en manos del pueblo guarijío, para que los habitantes puedan dedicarse a la actividad pesquera o cualquier otra alternativa, como gastronomía, artesanía o turismo; para el pueblo guarijío contará mucho, porque de esta manera se podrá detener un poco la cuestión migratoria y comenzar a producir con lo que se tenga en el pueblo”, puntualizó.

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