Merecemos mejor suerte…
Por: Marco Antonio Vázquez Villanueva
Los alcaldes y alcaldesas que gobiernan los municipios en Tamaulipas dibujaron cuando andaban en campaña, invariablemente, un mundo perfecto, calles con pavimentación, agua potable, alumbrado y hasta empleos para todos, desde luego, en su morral traían novedosos programas de seguridad pública, de desarrollo social y humano, se decían muy democráticos, vaya, hasta prometían administraciones honestas y acordes a los sueños eternos del tamaulipeco.
Ese fue el Tamaulipas que ellos nos pintaron en sus campañas de hace año y medio, cuando pidieron el voto a cambio de su palabra de que todo estaría mejor y viene a colación el comentario porque tienen un año y tres meses en sus gobiernos y lo único visible es que no tienen llenadera, casos peores, que les sobra cinismo y hasta andan pensando en reelegirse.
¿Han cumplido?, seguro usted tiene una mejor respuesta, de lo obvio, de lo que se ve, es no que en algunos casos se notan esfuerzos, trabajo, pero también la urgencia de denunciar a la mayoría que han hecho gobiernos fifis, nomás para los ricos y los amigos, jodiendo a sus trabajadores a quienes les han regateado hasta sus conquistas laborales, también de poner tras una barandilla a otros poquitos que nomás se han dedicado a lucirse cuando hay gente, a malgastar el presupuesto, a torear los problemas con cualquier pretexto.
Queda clara una cosa, los municipios de Tamaulipas están muy lejos de ser lo que ellos dibujaron y todavía pretenden seguir prometiendo, jugarnos el dedo en la boca, en resumen, los políticos no han aprendido que más vale exponer realidades a subir a la gente en un mundo de sueños porque la decepción se hace más grande, ándele, así como se decepcionaron de los Cabeza de Vaca que nomás tenían la lengua muy larga pero en territorio le pegaban duro al pueblo, lo dejaban sin presupuesto o con puras migajas.
Nuestra triste realidad es que de Nuevo Laredo a Tampico y de Matamoros a Tula, es necesario revisar a fondo las propuestas que hicieron cada uno de los actuales ediles nomás para restregarles el nulo avance de las mismas, que no han sabido honrar el compromiso que pactaron con sus electores.
Empieza el 2023, elegiremos al comenzar un Senador, lo ideal es iniciar a analizar lo que tenemos a la mano, comenzar las auditorias ciudadanas en los municipios para observar cómo han cumplido las autoridades y que bases se tienen para contar con la certeza de que realmente van a cumplir los que hoy nos piden confianza.
En beneficio de los alcaldes y alcaldesas se reconoce que comenzaron sus administraciones muy cuesta arriba, recibieron calles destrozadas, camiones de basura transformados en chatarra, finanzas comprometidas y un descontento social que rayaba casi en la posibilidad de manifestaciones, tuvieron en sus manos una bomba que casi se ha desactivado en la mayoría de los casos, aunque en otros la empeoraron y todo está punto de estallar porque pretendían o pretenden que sus empleados o el pueblo pague lo que otros se han robado.
Y si, también tienen puntos en contra los ediles, después de un año y tres meses el pasado ya no es razón para justificar lo mucho o poco que han hecho, no pueden seguir excusándose con el pasado, ya es mucho tiempo para demostrar de lo que son capaces.
Vaya pues, comienza el segundo año completo de las administraciones municipales, será crucial vigilarlos para impedir la locura de reelegir a quien no lo merece, es tiempo, por esa razón, de salir a la calle y aplaudir los aciertos de quienes los han tenido, son tiempos de buscar que se queden los buenos e ir eliminando de la política local a los vulgares ladrones que se disfrazaron de políticos para convencernos de que nos iría mejor, por ello, si ha detectado excesos, raterías, con mayor razón grítelo a los cuatro vientos que igual son días de mandar al cesto de la basura política a quien se lo merezca.
El caso es que están los tiempos encima, viene la elección en febrero 19, por la vía pacífica que es la política tenemos que dejar claro que es lo que queremos.
Por lo demás, se acaba el año, tiempo de hacer inventario a lo nuestro así que le dejo un abrazo, el deseo que se cumplan todos sus sueños y avancen los proyectos, que sea un 2023 lleno de cosas buenas porque de algo estoy seguro, tanto en la política como en la vida diaria merecemos mejor suerte.
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