Liberan bajo fianza al ex primer ministro de Pakistán tres días después de arrestarlo desatándose violentas protestas

Islamabad, Pakistán, Asia.- El ex primer ministro de Pakistán, Imran Khan, fue puesto en libertad bajo fianza este viernes, tras una detención que suscitó protestas violentas por parte de sus simpatizantes y el jueves fue declarada ilegal.

El exdirigente había sido detenido en relación con un caso de corrupción el martes, al acudir a un alto tribunal de la capital Islamabad. Agentes de la Oficina Nacional de Rendición de Cuentas irrumpieron en la sala y sacaron a rastras a Khan y lo introdujeron por la fuerza en un vehículo blindado.

Pero el jueves, la Corte Suprema del país estimó que su arresto había sido ilegal y que todo el proceso debía ser revisado.

“La corte le ha concedido libertad bajo fianza a Imran Khan por un período de dos semanas, y ha ordenado a las autoridades que no lo detengan” durante ese lapso a propósito de este caso de presunta corrupción, indicó a la prensa Khawaja Harris, uno de sus abogados.

Otro de los abogados de Khan, Babar Awan, elogió la decisión judicial y afirmó que el político era ahora “un hombre libre”.

Sin embargo, el caso está lejos de quedar cerrado.

El ministro del Interior, Rana Sanaullah, ha prometido volver a ordenar la detención de Khan, empantanado actualmente en una serie de causas legales desde que perdió el poder en abril de 2022 en una moción de censura.

Las elecciones generales están previstas para el mes de octubre, y la ex estrella del críquet, que sigue siendo muy popular en el país, acusa a la actual coalición de gobierno y al ejército de querer impedir su regreso al poder.

El ex jefe de gobierno, de 70 años, afirmó también que un alto oficial estuvo implicado en un complot para asesinarlo el pasado noviembre, lo que no sentó bien en el ejército, un actor político de primer orden en el país.

Dos días de caos

La detención de Khan desató dos días de caos, en los que miles de sus simpatizantes se manifestaron en distintas ciudades del país, incendiaron edificios y cortaron carreteras. El gobierno desplegó al ejército para hacer frente a las protestas, y al menos nueve personas murieron en los altercados, según fuentes policiales y sanitarias.

Cientos de agentes de policía resultaron heridos y más de 3500 personas fueron detenidas, la mayoría en las provincias de Punyab y Jiber Pajtunjua, según las autoridades.

Tras la orden de liberación de la Corte Suprema el jueves, Khan pasó la noche en una residencia gubernamental en Islamabad, acompañado por familiares y amigos.

El presidente del país, Arif Alvi, también se reunió con él. Alvi ha intentado suavizar las tensiones entre Khan y el gobierno del primer ministro, Shahbaz Sharif, para evitar un empeoramiento de la crisis.

Sin embargo, con decenas de casos en su contra, Khan tiene “un largo camino por delante”, dijo a AFP el analista Imtiaz Gul. “Esto no es más que un alivio temporal, como parte probablemente de los esfuerzos por destensar una situación explosiva”, apuntó.

Según este experto, los casos judiciales promovidos en su contra “parecen destinados a tenerlo empantanado e incapacitarlo para ejercer la política activamente”.

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