La pitahaya, cultivo no tradicional con alta demanda en el Planeta: Inifap

Xalapa, Veracruz, México, América.- La Pitahaya, considerada como una fruta exótica, tiene una gran aceptación en el mercado a nivel nacional e internacional.  Los cultivos no tradicionales como la pitahaya, han adquirido gran importancia para el país como alternativa rentable para sustituir, en algunas zonas, los cultivos básicos. La pitahaya puede representar un sustento económico de las poblaciones rurales de regiones áridas y semiáridas y extenderse a los mercados mundiales, donde los frutos exóticos tienen una amplia demanda.

El M.C. Jeremías Nataren Velázquez, investigador del Campo Experimental Cotaxtla perteneciente al Centro de Investigación Regional Golfo Centro (CIRGOC) del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) manifestó lo anterior y destacó  las investigaciones que se están realizando sobre este cultivo, ya que enfatizó que  actualmente tiene un auge internacional,  en países como estados Unidos, Canadá y parte de Europa, están demandando ampliamente la Pitahaya por ser considerada como uno de los alimentos funcionales y nutraceúticos más promisorio.

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El investigador subrayó que, además, por su adaptabilidad a diferentes tipos de suelo, altitud, y debido a que usa la ruta fotosintética del metabolismo ácido crasuláceo (CAM) tolera largos períodos de sequía, es una alternativa para la agricultura en regiones áridas y semiáridas. Señaló que actualmente se realizan investigaciones en el cultivo de Pitahaya, en los diferentes componentes tecnológicos, tales como: tipo de tutores, densidad de plantación, control de plagas y enfermedades, nutrición, manejo agroecológico e índice de cosecha, además de realizar la transferencia de la tecnología con técnicos y productores interesados en la producción de este frutal. 

Al referirse a la polinización de este cultivo no tradicional, dijo que en la Pitahaya la polinización se realiza de manera natural, esto se trata del transporte del polen mediante agentes bióticos, los cuales garantizan que los gametos masculinos (polen) que se encuentran en los estambres de las flores, sean depositados en el pistilo de las flores, fecundando así los gametos femeninos (óvulos). La polinización es esencial para la producción de la pitahaya. A medida que las flores abren en la noche, en su hábitat natural, las flores son polinizadas por murciélagos.

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También se refirió al proceso de polinización manual y dijo que ello ocurre cuando el ser humano remplaza a los polinizadores naturales durante el proceso controlando la reproducción. Esta decisión se toma a raíz de la disminución o escasez de agentes polinizadores naturales en el cultivo, o si se desea evitar o no alteraciones en las características específicas de una determinada planta. durante la antesis se colecta el polen del estambre y se traslada hacia el estigma, ya sea en flores de la misma o de otra planta.

El M.C. investigador destacó por otra parte, las ventajas que ofrece la intervención del humano, ya que, al realizar la polinización manual cruzada, “garantizamos en primera el amarre y la calidad del fruto, ya que al intervenir en la polinización,  se tiene la certeza que el polen llegue a los más de 7000 óvulos que tienen las flores de pitahaya, además incrementamos el rendimiento por hectárea, con polinización natural podemos obtener hasta 12 t/ha, y si hacemos la polinización manual obtenemos hasta 20 t/ha. Esto con 2500 plantas/ha.”

Informó que existen alrededor de 16 especies de este cultivo, y muchas veces dependiendo de la región o de las características de la planta o fruto le asignan un nombre. El INIFAP ha intervenido registrando dos variedades de pitahaya en el catálogo del Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS), las dos variedades son de pulpa blanca, pero de color de cascara diferente; la Variedad Tanith es de pulpa blanca y cascara amarilla y la Variedad Andrea, es de pulpa blanca y cascara roja.

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El investigador al referirse a las plagas que afectan al cultivo de la Pitahaya dijo que las hormigas ya no representan un problema principal para el cultivo. Las chinches se están en proceso de identificación de las especies y se están realizando monitoreos constantes para identificar las fluctuaciones de densidad a lo largo del año. Con esta técnica, se pretende predecir la aparición de estos organismos y el manejo agroecológico a través de depredadores, trampas de caída o interrupción del ciclo de reproducción, que consisten en un recipiente con agua jabonosa enterrado a la superficie del suelo que se deja por 72 horas para capturar a todos los organismos posibles. Para las polillas se está realizando un estudio para determinar la especie y poder aplicar feromonas atrayentes en trampas para reducir la población de hembras ovopositadoras en temporada de fructificación.

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