La ENCRyM trabaja en la restauración del último mural de Daniel Manrique Arias, que esboza la historia de Tepito

Cuauhtémoc, Ciudad de México, México, América.- Un recorrido plástico por los orígenes prehispánicos de Tepito, así como por los oficios y actividades que confluyen en este lugar, como el ropavejero y el danzonero callejero “pachuco”, fueron plasmados en el mural Recordando un Tepito siempre pasado, pero siempre presente, última obra realizada por el artista de este barrio capitalino Daniel Manrique Arias, la cual es sometida a un proceso de restauración.

El mural, de alrededor de 100 metros de largo, ubicado en la Unidad Habitacional Los Palomares (av. del Trabajo y calle Peñón, Ciudad de México), el cual decora externamente el primer nivel de estas viviendas de interés social, es atendido por la Secretaría de Cultura federal, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM).

La obra es intervenida por alumnos del Seminario-Taller de Restauración de Obra Moderna y Contemporánea (STROMC), bajo la coordinación de la profesora Ana Lizeth Mata Delgado, en cuyas labores identificaron la escena de un carpintero en la planta baja de la unidad que, por el estilo, se atribuye a Manrique.

El mural fue hecho bajo la técnica vinil-acrílico, en 2009, como parte del Colectivo Tepito Arte Acá, fundado por Daniel Manrique. Se componía de 32 escenas; sin embargo, dos de ellas se perdieron porque en el condominio donde fueron plasmadas se añadió una construcción.

Las escenas, pintadas sin preparación previa del muro, aluden a aspectos de la civilización mexica y su presencia en el territorio que hoy es ocupado por Tepito, mediante la figura de los guerreros águila y jaguar; mujeres indígenas que, por el don de fertilidad, también se asocian a la madre tierra; y relatos históricos, como la aprehensión del tlatoani Cuauhtémoc.

Enseguida, muestra los oficios y el sistema de “cambalache” o “tequio” practicado en este barrio; destacan el zapatero, soldador, hojalatero, ropavejero, la tamalera, el señor del papel de la suerte, el conguero y danzonero callejero, además de un dibujo de Emiliano Zapata, acompañado de luchadores, boxeadores y futbolistas, deportes practicados en Tepito. Asimismo, aquí, Manrique plasmó personas populares del lugar y/o con las que él convivió.

La profesora Mata Delgado explicó que el acercamiento a esta obra comenzó en 2018, cuando el arquitecto de Barriopolis Consultores SC y presidente de la asociación civil Del barrio para el mundo, Gabriel Sánchez Valverde, hizo llegar a la ENCRyM la solicitud para intervenir el mural. El STROMC acudió a realizar el diagnóstico general y la propuesta de intervención, mismo que fue entregado a la comunidad.

“En 2019, la obra sufrió una intervención no profesional que le causó daño grave, ya que le aplicaron una capa de sellador; para 2022, el STROMC retomó el proyecto con entrevistas de campo, investigación documental, análisis científicos y mediante el trabajo coordinado con exmiembros del colectivo Tepito Arte Acá y vecinos. La restauración formal la iniciamos en 2023”, detalló.

El primer paso fue el registro fotográfico, pruebas de solubilidad y toma de muestras que se analizaron en conjunto con otras instituciones académicas. El mural presentaba escamación, pérdida de la capa pictórica y del soporte, orificios, ataque de microorganismos, suciedad y decoloración. Las 30 escenas fueron atendidas este año, pero las labores se centraron principalmente en seis, consideradas focos rojos por su deterioro.

Hoy día, en dos de ellas: “La vendedora de tamales” y “El vendedor de papeles de la suerte” ya se logró la limpieza físico-química, la consolidación, resane y fijado, queda pendiente la reintegración cromática. Estos procesos se harán también en el resto. Cabe decir que la escena denominada “La vendedora de verduras” sufrió un incendio en la parte baja y la capa pictórica fue severamente afectada; para este caso, se hizo un diagnóstico, una limpieza cuidadosa y el equipo logró su estabilización.

Respecto a la reintegración cromática, el STROMC usará materiales pictóricos compatibles con la técnica empleada por Manrique; una vez concluido el trabajo, se evaluará la posibilidad de agregarle una capa de protección con acción ultravioleta, ya que al estar a la intemperie, el mural sufre mayor impacto por el sol, principalmente en los muros oriente y poniente.

“La labor que los estudiantes del STROMC desarrollan, mediante la figura de trabajo social y prácticas intersemestrales, tiene como objetivo el rescate de esta obra emblemática a través de la práctica académica. Para ello, ha sido importante la colaboración de los vecinos, quienes otorgan el permiso de trabajar en este mural plasmado sobre su propiedad, así como el apoyo del arquitecto Gabriel Sánchez, quien es el vínculo con la comunidad y gestiona para conseguir los andamios”, mencionó la especialista.

Por parte del STROMC, participan Ana Sofía Vargas Gamboa, Yazmín Daniela Alejandra Moreira Cordero, Josh Peniche Romero, Ana Gabriela Calderón Puente, Claudia Curbelo Cabrera (estadía) y Jimena Sandoval Barrios.

Cabe aclarar que, hay otros murales pintados en la planta baja de esta unidad, pero no corresponden a Manrique; los de este autor se elaboraron únicamente en el primer nivel, y fueron hechos como reminiscencia de los “Sábados culturales”, que organizaba junto con su amigo Luis Arévalo.

“La restauración está pensada a largo plazo y forma parte de las propuestas de mejora urbana que Barriopolis Consultores S.C., tiene planeadas para Tepito; el mural no tiene declaratoria como Monumento Artístico, por tanto, a la par de la restauración, se trabaja en la gestión de la misma, así como la documentación y diagnóstico de la obra legada por el colectivo Tepito Arte Acá”, concluyó la profesora Mata Delgado.

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