Liberia, “Pierde miles de millones” a manos de mineras extranjeras

Concejal Marck Marvey

Monrovia, Liberia, África.- Liberia está perdiendo miles de millones de dólares en ingresos potenciales debido a que las compañías mineras extranjeras continúan extrayendo grandes cantidades de riqueza mineral con mínimas ganancias para el país, advirtieron expertos legales en la recién finalizada Convención Anual de la Asociación Nacional de Abogados de Liberia (LNBA) en Ganta.

En el discurso inaugural sobre el tema “Fortalecimiento del Estado de Derecho: El papel del abogado en el restablecimiento de la confianza pública”, el concejal… Marck M. M. Marvey afirmó que el sector extractivo de Liberia sigue siendo uno de los peor gestionados de África Occidental, a pesar de décadas de explotación de recursos naturales por parte de importantes multinacionales.

Marvey destacó las alarmantes cifras de la Iniciativa para la Transparencia de las Industrias Extractivas de Liberia (LEITI), que muestran que ArcelorMittal Liberia (AML) generó más de 1210 millones de dólares estadounidenses entre 2009 y 2022, mientras que el Gobierno de Liberia recibió tan solo 138 millones de dólares estadounidenses, aproximadamente el 11 % de los ingresos totales.

“Cabe señalar que el mineral de hierro sin procesar se exporta desde Liberia, y otros minerales, como el oro y los diamantes descubiertos en la planta de AML, también se exportan sin la debida información”,

Instó a los abogados liberianos a “identificar y subsanar las lagunas legales” en los contratos de concesión, subrayando que la comunidad jurídica tiene la responsabilidad de prevenir la explotación continua de los recursos naturales de Liberia por parte de empresas extranjeras.

A pesar de más de 20 años de actividad minera, Yekepa, que en su día se concibió como un municipio minero modelo, permanece en ruinas. Los observadores señalan que el estado de la comunidad presenta un panorama desolador: los campamentos están invadidos por la vegetación, los callejones y espacios públicos están deteriorados, no hay un sistema de agua potable en funcionamiento, partes del ferrocarril del Monte Tokadeh siguen dañadas y la minipresa y varias instalaciones esenciales están abandonadas.

Este descuido se produce en un momento en que, según se informa, AML ha aumentado la producción utilizando trenes de dos cabezas que tiran de aproximadamente 120 vagones por viaje, lo que genera preocupación por la aceleración de la producción y las consiguientes pérdidas para el gobierno.

Vagos legales y prácticos: “Las empresas extranjeras están devorando a Liberia”

El concejal Marvey, experto en gobernanza de recursos naturales, describió varias lagunas legales que, en su opinión, permiten a las empresas extranjeras dominar el sector minero de Liberia a expensas del país.

Marvey describió el sector de los créditos de carbono como “mal regulado”.

Liberia actualmente no cuenta con una ley integral sobre el comercio de carbono, salvo una disposición del Código de Ingresos que exige que solo el 10 % de los ingresos por créditos de carbono se remita a la Autoridad de Ingresos de Liberia.

“Las comunidades consuetudinarias reciben beneficios mínimos y las empresas extranjeras operan libremente sin un marco estandarizado”, afirmó.

La prórroga de 25 años de Bea Mountain

El abogado criticó la prórroga de la concesión de Bea Mountain Mining Company (BMMC), destacando la reducción de las regalías del 10 % al 5 %, la escasa supervisión ambiental, las mínimas contribuciones al Fondo de Desarrollo Comunitario y el incumplimiento de las obligaciones previas de la empresa, incluyendo la promesa de un centro médico moderno.

A pesar de estos incumplimientos, el gobierno aprobó la prórroga.

Según el 15.º Informe LEITI, BMMC exportó 11 046 kg de oro valorado en 576,4 millones de dólares estadounidenses en 2021/2022, pero contribuyó solo con 33,98 millones de dólares estadounidenses (apenas el 26,12 %) a los ingresos estatales.

Brechas en las Licencias de Clase “B” y Clase “A”

Marvey destacó los graves problemas de supervisión en la emisión de licencias mineras de Clase A y Clase B. Señaló que los extranjeros continúan explotando licencias de Clase B sin la obligación de constituir empresas locales ni requisitos legales de valor añadido. Los titulares de licencias de Clase A para mineral de hierro pueden exportar otros minerales, como oro y diamantes, con una supervisión mínima.

La lucha centenaria de Liberia con la explotación minera

La dificultad de Liberia para beneficiarse de su riqueza mineral no es nueva. Desde la década de 1950, un patrón de asociaciones desiguales con empresas extranjeras ha socavado el desarrollo nacional.

LAMCO (década de 1950-1989): Alguna vez una de las mayores explotaciones de mineral de hierro de África, LAMCO extrajo millones de toneladas de mineral de Nimba. Sin embargo, Liberia obtuvo beneficios limitados a largo plazo. Cuando las operaciones colapsaron durante la guerra civil, las comunidades locales quedaron empobrecidas, la infraestructura se deterioró y el daño ambiental nunca se reparó.

Bong Mining Company (BMC): Operada por inversionistas alemanes, BMC exportó mineral de hierro durante dos décadas, pero dejó a Liberia sin una base industrial local sólida, con una participación local mínima y escasos resultados en materia de desarrollo comunitario.

China Union (2009-presente): Considerada una inversión masiva de posguerra, la empresa se ha visto afectada por disputas laborales, quejas ambientales y servicios sociales limitados.

vicios en las comunidades afectadas y repetidas ralentizaciones de la producción.

ArcelorMittal Liberia (2005-presente): Siendo actualmente el mayor inversor minero, AML ha renegociado acuerdos repetidamente, a menudo asegurando condiciones favorables para la empresa en lugar del país.

En todas las administraciones —desde Tubman hasta Doe, desde Taylor hasta los gobiernos de posguerra— la historia sigue siendo la misma: Liberia exporta minerales en bruto, las empresas extranjeras se llevan los beneficios y las comunidades ven escasas mejoras.

Los economistas describen esto como la «maldición de los recursos», una paradoja en la que los países ricos en minerales siguen siendo pobres debido a la dependencia estructural, la corrupción y la escasa capacidad de negociación.

Más allá del sector extractivo, Marvey criticó el sistema judicial liberiano, argumentando que la debilidad de las instituciones permite que continúen los abusos en las concesiones.

«Con la pobreza, la desunión y la mala gobernanza, nuestra democracia necesita abogados que se nieguen a hacer la vista gorda ante la injusticia, tanto en los tribunales como en las comunidades y las empresas».

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