Irán condenó a muerte a otro joven tras las protestas por Mahsa Amini

Teherán, Irán, Asia.- La justicia iraní condenó a muerte a Arshia Takdastan, un joven acusado de participar y dirigir las manifestaciones en protesta por Mahsa Amini, la chica que murió en septiembre en circunstancias todavía no clarificadas luego de ser arrestada por no usar el velo obligatorio en público.

A Takdastan se lo acusa de ser “el líder de una multitud en la plaza principal de la ciudad de Noshahr (ubicada al norte del país), y de cometer graves actos criminales durante los disturbios”, según Mizan online, la agencia de información del poder judicial de Irán. La manifestación se generó luego de la muerte de la joven kurda de 22 años, que falleció tras ser arrestada por la policía de la moralidad por infringir el estricto código de vestimenta de la República Islámica que impone, principalmente, el uso del velo en público por las mujeres.

La sentencia se dio luego de recopilar “las pruebas del caso, las confesiones del acusado y sus cómplices, y los informes de la policía”, explica Mizan online. A su vez, la agencia señala que el acusado afirmó en sus redes sociales haber golpeado a un agente de policía durante las concentraciones. “Animé a los manifestantes y arrojé una botella de cerveza sin alcohol y una piedra hacia un automóvil Toyota de la policía. Seguí a uno de los policías y creé un ambiente para que se asustaran y desalojaran la plaza”, confesó el joven. La condena a Takdastan es por “corrupción en la Tierra” y “moharebeh”, que significa guerra contra Dios en persa.

Las autoridades iraníes afirman que cientos de personas han muerto tras las protestas, incluidas miembros de las fuerzas de seguridad, y otras miles fueron detenidas. La justicia ya ha condenado a catorce personas relacionadas con la protesta, de las cuales dos han sido ejecutadas, cuatro fueron confirmadas por el Tribunal Supremo, seis se encuentran a la espera de nuevos juicios y, las últimas dos, incluido Takdastan, pueden apelar.

Estas condenas y ejecuciones están generando repudio y protestas por parte de organizaciones defensoras de los derechos humanos a nivel global.

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