El Instituto de Investigación Espacial de Países Bajos (SRON), da luz verde para la contribución holandesa a Misión LISA

Crédito: NASA/JPL-Caltech/NASAEA/ESA/CXC/STScl/GSFCSVS/S.Barke (CC BY 4.0)

Ámsterdam, Países Bajos, Europa.- Un consorcio holandés liderado por SRON ha recibido una subvención NWO de doce millones de euros que le permite convertirse en un socio importante en la misión LISA de ESA/NASA, el primer detector espacial de ondas gravitacionales. Con esto, los Países Bajos también se están preparando para su papel en el primo terrestre de LISA: el Telescopio Einstein. lisa.jpg

LISA

El Instituto de Investigación Espacial de Países Bajos (SRON), informo que, la antena espacial de interferómetro láser (LISA) consta de tres naves espaciales que seguirán la Tierra alrededor del Sol a partir de 2035. Al medir continuamente sus distancias mutuas con rayos láser, detectan ondas gravitacionales del universo. En el espacio, LISA puede extender sus brazos hasta 2,5 millones de kilómetros, detectando longitudes de onda más largas que los detectores terrestres.

     Esto nos permite ‘escuchar’ por primera vez, por ejemplo, el big bang o los pequeños agujeros negros del universo primitivo. O los caminos caóticos que toman las estrellas cuando se ven envueltas en la geometría compleja alrededor de un agujero negro supermasivo, como un examen práctico de la Teoría General de la Relatividad de Einstein.

CONTRIBUCIÓN HOLANDESA

Instituto de Investigación Espacial de Países Bajos SRON

     Como líder del consorcio, SRON trabajará con Nikhef, Radboud, la Universidad de Leiden, UvA, la Universidad de Utrecht, TNO, la Universidad de Maastricht y RUG para construir los fotodiodos (los ‘ojos’ de LISA), el software, el mecanismo de orientación y la electrónica de lectura asociada.

     Esa puntería es extremadamente precisa porque cada láser tiene que golpear una lente a 2,5 millones de kilómetros de distancia. La luz tarda ocho segundos en hacer esto. A modo de comparación: si una moneda de diez centavos cae de la Torre Eiffel, un láser de los Países Bajos debe apuntar exactamente al lugar donde estará esa moneda de diez centavos en ocho segundos.

     Los fotodiodos no lo tienen mucho más fácil. Deben detectar los rayos láser de originalmente 1 vatio, como una lámpara de mesa, pero después de su viaje se reducen a 250 picovatios, es decir, más de mil millones de veces más débiles.

     El desarrollo del software también es una obra de arte en sí mismo. Debe distinguir entre la multitud de ondas gravitacionales de todas las direcciones posibles que hacen vibrar continuamente la nave espacial a diferentes frecuencias y amplitudes.

INTERÉS HOLANDÉS

     «La contribución holandesa a LISA es muy importante», dice Gijs Nelemans, uno de los líderes del consorcio LISA-NL. «Los científicos holandeses acumulan una experiencia única con él, y el acceso a todos los datos nos da una ventaja en la única puerta de entrada a un campo completamente nuevo».

     Los institutos involucrados están acumulando conocimientos y experiencia en el desarrollo de este tipo de tecnología precisa, como la mecatrónica, la tecnología de semiconductores y la electrónica de bajo ruido. Con esto fundamentan su candidatura para construir el Telescopio Einstein junto con socios alemanes y belgas, en la región fronteriza de los Países Bajos con Bélgica y Alemania.

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