El Parlamento de Nueva Zelanda suspende a tres legisladores por realizar una haka en protesta

Wellington, Nueva Zelanda, Oceanía.- Los legisladores neozelandeses votaron a favor de promulgar suspensiones récord del Parlamento para tres legisladores que realizaron una haka maorí en protesta contra una propuesta de ley.
Hana-Rāwhiti Maipi-Clarke recibió una suspensión de siete días, y las líderes de su partido político, Debbie Ngarewa-Packer y Rawiri Waititi, fueron inhabilitadas durante 21 días. Tres días había sido la suspensión más larga para un legislador del Parlamento neozelandés hasta la fecha.
Los legisladores de Te Pāti Māori, el Partido Maorí, realizaron la haka, una danza con cánticos de desafío, en noviembre para oponerse a un proyecto de ley ampliamente impopular, ahora derrotado, que, según ellos, revertiría los derechos indígenas.
La protesta acaparó titulares internacionales y provocó meses de tenso debate entre los legisladores sobre las consecuencias de sus acciones y el lugar de la cultura maorí en el Parlamento.
¿Por qué el castigo fue tan severo?
Un comité de pares de los legisladores recomendó en abril las largas suspensiones. Afirmó que los legisladores no estaban siendo castigados por el haka, sino por caminar a grandes zancadas por el hemiciclo hacia sus oponentes mientras lo hacían.
Judith Collins, presidenta del comité, afirmó que el comportamiento de los legisladores fue atroz, disruptivo y potencialmente intimidante.
Maipi-Clarke, de 22 años, rechazó esa descripción el jueves, citando otros casos en los que legisladores abandonaron sus escaños y se acercaron a sus oponentes sin ser sancionados. Los legisladores suspendidos afirmaron que están siendo tratados con mayor severidad que otros por ser maoríes.
¿Por qué este haka fue controvertido?
Tnto dentro como fuera del Parlamento, el haka se ha convertido cada vez más en una parte importante de la vida neozelandesa. El canto sagrado puede ser un desafío para el espectador, pero no es violento.
A medida que la lengua y la cultura maoríes se han convertido en parte integral de la cultura neozelandesa en los últimos años, el haka se ha escuchado en diversos entornos culturales, tanto sombríos como festivos. También ha resonado en el Parlamento para celebrar la aprobación de leyes de gran repercusión.
Quienes criticaron el haka de protesta en el Parlamento alegaron el momento oportuno, ya que Maipi-Clarke inició el cántico mientras se contabilizaban los votos, lo que provocó una breve suspensión del procedimiento. Según declaró el jueves, se disculpó en privado con el presidente del Parlamento por la interrupción.
Algunos legisladores instaron a sus colegas a considerar la posibilidad de reescribir las normas sobre lo que los legisladores podían hacer en el Parlamento para reconocer los protocolos culturales maoríes como formas aceptadas de protesta. Uno de ellos citó los cambios para permitir la lactancia materna en la cámara de debates como prueba de que la institución ya había modificado las normas con anterioridad.
¿Quién aprobó las suspensiones?
Normalmente, la comisión parlamentaria que decide las sanciones para los legisladores infractores está de acuerdo sobre qué debería sucederles. Sin embargo, los miembros del panel se mostraron profundamente divididos respecto a la protesta de la haka, y las largas sanciones se aprobaron únicamente porque el gobierno cuenta con más legisladores en el Parlamento que la oposición.
Un partido del bloque gubernamental quería suspensiones aún más prolongadas y había preguntado al comité si los legisladores del partido maorí podían ser encarcelados. La mayoría de la oposición rechazó cualquier castigo más allá de la suspensión de un día que Maipi-Clarke ya había cumplido.
El presidente de la Cámara, Gerry Brownlee, instó a los legisladores el mes pasado a negociar un consenso y ordenó un debate abierto que continuaría hasta que todos acordaran someter las sanciones a votación. Sin embargo, no se llegó a tal acuerdo tras horas de discursos, en ocasiones emotivos, en los que los legisladores de la oposición acusaron al gobierno de socavar la democracia al imponer un castigo tan severo a sus oponentes.
Si bien era seguro que las prohibiciones se aprobarían, incluso cuando comenzó el debate, seguía sin estar claro si los legisladores de la oposición recurrirían a la obstrucción para evitar que las suspensiones se sometieran a votación. Al anochecer, sin que nadie cambiara de opinión, todos los legisladores acordaron que el debate debía concluir. Todos los legisladores del gobierno votaron a favor de las sanciones, mientras que todos los miembros de la oposición votaron en contra.
La ley que motivó la protesta
El debate culminó un episodio tenso para las relaciones raciales en Nueva Zelanda, comenzando con el controvertido proyecto de ley al que se opusieron los legisladores del Partido Maorí.
Las medidas habrían reescrito los principios del documento fundacional del país, un tratado entre los líderes tribales maoríes y representantes de la Corona británica firmado en la época de la colonización de Nueva Zelanda.
Los autores del proyecto de ley se mostraron disgustados por las medidas tomadas por el Parlamento y los tribunales en las últimas décadas para consagrar las promesas del Tratado de Waitangi. Los opositores advirtieron de una crisis constitucional si se aprobaba la ley, y decenas de miles de personas marcharon al Parlamento el pasado noviembre para oponerse.
A pesar del creciente reconocimiento del tratado, los maoríes siguen estando en desventaja en la mayoría de los indicadores sociales y económicos en comparación con los neozelandeses no maoríes.