En San Eustaquio, intervienen oficialmente en la gestión de la «biblioteca pública»

Oranjestad, San Eustaquio, América.- Cualquiera que haya estado alguna vez en San Eustaquio ha visto la biblioteca. La Biblioteca Pública Bicentenario Gertrude Judson de San Eustaquio, como se la llama oficialmente, está ubicada en la rotonda del histórico Fuerte Oanje en Oranjestad, en Fort Oranjestraat. Está ubicado al lado de la sucursal del Banco Maduro Curiel y frente a la Cámara de Comercio. Cualquiera que visite Oranjestad difícilmente podrá pasar por alto esta biblioteca.

Tradicionalmente, la biblioteca ha sido un oasis para niños y adultos curiosos que quieren tomar prestados libros. Esto todavía sucede. Pero la biblioteca pública se ha convertido en mucho más en las últimas décadas. Ofrece campamentos de verano para niños durante las vacaciones, desde hace tiempo es una bendición para la gente que no tiene Internet y que quiere buscar algo en el ordenador y durante la reforma de la Casa de Huéspedes del Gobierno (donde, entre otras cosas, se celebran juicios y se reúne el Consejo de la Isla), incluso se utilizó la biblioteca. La renovación se completó en 2019.

En otras palabras, la Biblioteca Pública GJB es conocida por todos en la isla. Y cualquiera que haya pasado por allí como turista probablemente habrá notado las casas amarillas que están «construidas juntas». Durante muchas visitas de miembros de la realeza, ministros y secretarios de Estado en las últimas décadas, la visita a la biblioteca estaba en la agenda, o bien había actividades en la puerta.

Supervisión mejorada

El Consejo Insular de San Eustaquio decidió formalmente la semana pasada colocar la biblioteca pública de la isla bajo mayor supervisión debido a preocupaciones sobre su gestión y operaciones. Como en cualquier comunidad pequeña, la biblioteca juega un papel importante en Statia. La intervención no fue una sorpresa; El Gobierno lleva tiempo diciendo que es necesario hacer un cambio drástico en «las casas amarillas».

Una carta dirigida a la junta directiva de la biblioteca identifica problemas de larga data como «la falta de transparencia en la gobernanza, el fracaso en la modernización de las estructuras operativas y el incumplimiento de las obligaciones de información financiera». A pesar de las reiteradas ofertas de ayuda por parte del gobierno, la administración ha rechazado el apoyo, aun cuando ha solicitado financiación adicional.

Accesibilidad e independencia

La intervención es el resultado de una consulta con el Ministerio de Educación, Cultura y Ciencia de los Países Bajos y la Biblioteca Nacional, con referencia a los requisitos legales de la Ley de Bibliotecas Públicas. Según estas disposiciones, las bibliotecas públicas deben garantizar valores como la accesibilidad, la independencia y el desarrollo educativo.

Como resultado, se designará un equipo de proyecto por un período de seis meses para supervisar la gestión de la biblioteca, desarrollar un plan de gobernanza estructurado y garantizar el desarrollo del personal. Durante este período, se proporcionará apoyo financiero mensual para garantizar las operaciones comerciales esenciales.

Intervención de nuestro propio gobierno

Hay un punto destacable respecto a la intervención en la biblioteca. Sint Eustatius es un municipio especial de los Países Bajos desde 2010, junto con Bonaire y Saba. En 2018, el gobierno holandés (el Secretario de Estado Knops) intervino en la gobernanza de la isla, enviando al Consejo Ejecutivo a casa y nombrando un comisionado gubernamental porque había serias preocupaciones sobre la gobernanza.

En Saba intervino recientemente el Secretario de Estado Paul. En diciembre de 2024, emitió una instrucción urgente a la Fundación de Educación Católica de Saba como autoridad competente para la Escuela del Sagrado Corazón (SHS) porque La Haya estaba preocupada por la transparencia. Incluso hubo una amenaza de cerrar la única escuela de la isla. Y en Bonaire, el representante nacional interino Jan Helmond intervino recientemente en la gestión del vertedero. La intervención de la biblioteca de San Eustaquio, por otra parte, proviene del propio gobierno. Y no fue de extrañar, porque después de muchas cartas y consultas.

Quizás sea ésta también la razón por la que la intervención ha provocado pocas reacciones emocionales. A diferencia de la intervención mucho más drástica de 2018, pero también en comparación con la intervención en Bonaire, no se iniciaron demandas ni se publicaron historias violentas en Facebook, como sí ocurrió con intervenciones anteriores en la BES. Además, los usuarios no lo notan mucho.

“La decisión tiene como objetivo proteger la biblioteca en su papel como proveedor de servicios a la comunidad y garantizar el cumplimiento de las normas nacionales para bibliotecas públicas”, dijo el gobierno de Sint Eustatius. La biblioteca permanecerá abierta y todo aquel que lo desee podrá seguir pidiendo prestados libros.

(San Eustaquio, es un país en América, dependiente de los Países Bajos)

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