Se requiere un aumento del 440 por ciento en educación en Uganda

Kampala, Uganda, África.- Uganda necesitará aumentar su presupuesto de educación en un asombroso 440% si quiere brindar educación de calidad a su población en rápido crecimiento y cumplir con sus objetivos de desarrollo para 2040, según revela un nuevo informe.
El informe, titulado «Informe de Revisión del Crecimiento y Desarrollo del Capital Humano de Uganda 2025», presenta un panorama desalentador de un sistema educativo sometido a una gran presión, con aulas superpobladas, docentes mal pagados y con exceso de trabajo, malos resultados de aprendizaje y profundas desigualdades que amenazan décadas de progreso logrado desde la introducción de la educación primaria gratuita en 1997.
«Para expandirse con calidad para 2040 se requiere un aumento del presupuesto educativo del 440 %, 360 000 nuevos docentes, más del doble del número de aulas existentes y casi cuatro veces el número de libros de texto», se lee en parte del resumen de las principales conclusiones. El informe, elaborado conjuntamente por el gobierno de Uganda y el Banco Mundial y publicado la semana pasada, indicó que la población de Uganda crece a un ritmo de aproximadamente el 3 % anual, una de las tasas más rápidas del mundo, y que este crecimiento se está sintiendo profundamente en las escuelas.
Como resultado, las aulas están sobrepobladas, con una proporción promedio de alumnos por docente de 53:1, e incluso peor en algunas regiones, donde esta proporción puede llegar a 100:1, muy por encima de los estándares recomendados. Muchos niños abandonan la escuela prematuramente o repiten curso. Alrededor del 18 % del alumnado de Primer Grado de Primaria repitió curso en 2019/20, y solo el 60 % del alumnado que inicia la educación primaria completa el Séptimo Grado.
Incluso quienes permanecen en la escuela a menudo no adquieren las competencias básicas de lectoescritura y aritmética. Según el informe, el 65 % del alumnado de Sexto Grado de Primaria carece del dominio mínimo del inglés, mientras que el 48 % tiene dificultades con la aritmética. Ajustando el aprendizaje real, los niños ugandeses reciben el equivalente a tan solo 4,3 años de escolarización efectiva, a pesar de pasar un promedio de 6,8 años en la escuela. Actualmente, el gasto público en educación se mantiene muy por debajo de los parámetros internacionales y regionales.
Uganda destina tan solo el 2,7 % de su PIB a educación, en comparación con el promedio de África Oriental del 4,2 % y el punto de referencia mundial del 4-6 % recomendado por la UNESCO. Esta falta de inversión ha obligado a los hogares a asumir una parte cada vez mayor de los costos. Por ejemplo, por cada 1000 chelines que el gobierno gasta en educación primaria, los hogares gastan alrededor de 1450, según la Encuesta Nacional de Hogares de Uganda 2019/20.
Las cifras presupuestarias presentadas recientemente por el ministro de Finanzas, Matia Kasaija, revelan una preocupante reducción en la financiación de la educación. Si bien el gasto en educación había aumentado ligeramente en años anteriores, alcanzando aproximadamente el 8 % del presupuesto nacional total en 2024/2025, la asignación actual se ha reducido en más de 810 000 millones de chelines. El gobierno ahora planea destinar 5,04 billones de chelines a educación, lo que representa tan solo el 6,97 % del presupuesto nacional proyectado de 72,376 billones de chelines.
Los expertos han criticado desde hace tiempo este déficit de financiación. En una entrevista reciente, el profesor Anthony Mugagga, director de la Facultad de Educación y Estudios Externos de la Universidad Makerere, expresó su decepción, subrayando que los recortes presupuestarios contradicen las crecientes necesidades del sector educativo. «Es desalentador», declaró Mugagga. «El número de niños escolarizados sigue aumentando, junto con la demanda de recursos, pero el presupuesto educativo se está reduciendo. A este ritmo, prioridades gubernamentales como la promoción de la educación científica seguirán sin ser atendidas debido a la financiación insuficiente».
Advirtió que, sin inversiones audaces y sin precedentes, millones de niños corren el riesgo de quedar rezagados, lo que pone en peligro los objetivos generales de desarrollo del capital humano de Uganda. Con la limitada financiación inyectada al sector educativo, el impacto de la falta de inversión se siente de forma desigual en todo el país. Los resultados educativos difieren significativamente entre hogares ricos y pobres, zonas urbanas y rurales, así como en las comunidades de acogida de refugiados, en comparación con otras regiones. El informe advierte que, sin inversiones específicas para abordar estas disparidades, es probable que las desigualdades existentes se agraven. Algunos avances y oportunidades
A pesar de estos desafíos, Uganda ha logrado avances notables en la ampliación del acceso a la educación. La introducción de la Educación Primaria Universal (EPU) en 1997 y la Educación Secundaria Universal (EEU) contribuyó a triplicar la matrícula en la escuela primaria en dos décadas. Uganda también ha sido pionera en políticas inclusivas, como la educación gratuita para refugiados, la instrucción en idiomas locales e iniciativas para niños con discapacidad y madres adolescentes.
Las recientes reformas políticas ofrecen esperanzas de que Uganda pueda construir sobre esta base. El Sistema de Información para la Gestión Educativa (SIG) se está actualizando para optimizar la toma de decisiones basada en datos y eliminar las escuelas y docentes fantasma. Una nueva política de Atención y Educación de la Primera Infancia (AEPI) y la Ley de Formación Profesional y Técnica (EFTP) buscan preparar mejor a los niños para la escuela y alinear la formación profesional con las necesidades del mercado laboral.