Con iniciativa “Semilla de un emprendedor” introducen a jóvenes de Mónaco

Monaco, Monaco, Europa.- Desde 2014, la iniciativa “Graine d’entrepreneur”, apoyada por la Cámara de Comercio Junior de Mónaco, pone a prueba el espíritu emprendedor de los estudiantes monegascos. Basándose en su éxito, este programa educativo se prepara para despegar por sí solo con la creación de una asociación dedicada el próximo año.
Mentores del mundo empresarial que apoyan a los estudiantes en la creación y presentación de un proyecto emprendedor ficticio. Este es el principio de los «Graines d’entrepreneur», una iniciativa lanzada por la Jeune Chambre Économique de Monaco (JCEM) en 2014 bajo el liderazgo de David Sirour, entonces su presidente. 11 años después, se prepara para independizarse, como ya ocurrió con No Finish Line. «Los granos de emprendedores surgirán de la estructura del JCEM porque éste es y debe seguir siendo un vivero de creadores, no de gestores», explica David Sirour.
Desde su creación, más de 2.000 estudiantes y 150 mentores han participado en la iniciativa a lo largo de las 37 ediciones. Inicialmente practicado en tres escuelas secundarias del Principado, el programa se practica ahora desde CM2 hasta BTS en la Institución François d’Assise-Nicolas Barré (FANB) (Escuela Primaria, Escuela Media y Instituto), The British School of Monaco, Cours Saint-Maur, Collège Charles III, Lycée Albert Ier, Lycée Technique et Hôtelier, The International School of Monaco (ISM) y la Universidad Internacional de Mónaco (IUM). «Se está volviendo difícil sostenerlo dada la demanda», continúa. Por tanto, en 2026 se creará una asociación específica. No obstante, la JCE seguirá estrechamente asociada a la iniciativa.
Despertar el espíritu emprendedor en los jóvenes
En el origen del proyecto, David Sirour recuerda su génesis: «Quería que los jóvenes quisieran emprender. Es un camino que no es necesariamente el más obvio para ellos y que no se promueve mucho en el sistema escolar. Sin animarlos necesariamente a todos a emprender, quería asegurarme de que los jóvenes fueran emprendedores», recuerda. En concreto, emprendedores voluntarios o gestores de proyectos pasan un día en escuelas para guiar a grupos de estudiantes en el desarrollo de un proyecto.
“Con el CM2 y el 5èmes, solicitamos proyectos de asociaciones o eventos sin ánimo de lucro. A partir de 4.º de primaria, estos son proyectos empresariales”, explica David Sirour. Suelen haber dos tipos de perfiles. Los que dicen: «Voy a crear una taza revolucionaria y a generar 1 millón de ventas el primer año, y 10 millones el segundo, conquistando el mercado chino». Estos están un poco fuera de onda. Y otros que piensan que emprender un negocio es imposible. El objetivo era volver a llevar a todos al centro, a una visión motivadora pero realista”, afirma.
“Algunos jóvenes se revelan en este tipo de ejercicio”.
David Sirour recuerda ideas muy relevantes como el concepto de una cabina de globos aerostáticos para ver el Gran Premio desde el cielo, ofreciendo una vista panorámica del circuito, que impactó al responsable del proyecto. También hubo ideas conmovedoras, como la de colocar animales, cuyos poderes terapéuticos son bien conocidos, en el parque Princesa Antonieta para ayudar a las personas que salen del hospital a mejorar.
Al final de la jornada, cada grupo presenta su idea ante un jurado integrado por miembros de la JCE, docentes y actores económicos locales. La calificación tiene en cuenta la originalidad del proyecto, su viabilidad y la elocuencia del grupo. Los establecimientos están encantados de ofrecer este taller fuera de los marcos habituales que permite a los estudiantes trabajar su fluidez oral. «Lo que también es interesante es que algunos jóvenes poco inclinados académicamente se revelan en este tipo de ejercicio», subraya David Sirour.