La República Checa se ha liberado de la dependencia del petróleo ruso

Praga, República Checa, Europa.- Después de más de seis décadas, la República Checa se liberó completamente de la dependencia de las importaciones de petróleo ruso la semana pasada. Un paso clave fue la finalización de la ampliación del oleoducto TAL, que ahora permite el transporte de hasta ocho millones de toneladas de petróleo al año, una cantidad suficiente para cubrir el consumo anual de las refinerías nacionales. El petróleo fluye ahora desde el sur, desde el puerto italiano de Trieste. El punto de inflexión histórico es una consecuencia directa de la guerra en Ucrania y del cambio en la estrategia energética europea.
Durante muchos años el petróleo llegaba a la República Checa exclusivamente a través del oleoducto Druzhba desde Rusia. Sin embargo, este sistema ha dejado de ser seguro y confiable en el contexto de la situación geopolítica. Por ello, en otoño de 2022, el gobierno decidió reforzar la ruta alternativa: la ampliación del oleoducto TAL. Su capacidad se ha duplicado y alcanza ahora los ocho millones de toneladas al año. Según el primer ministro Petr Fiala (ODS), el volumen que albergará el gasoducto será suficiente para cubrir el consumo anual de la República Checa.
La finalización simultánea del proyecto significa no sólo el fin de la dependencia de un único proveedor para la República Checa, sino también un paso hacia una mayor seguridad energética. Como señaló el ministro de Finanzas, Zbyněk Stanjura (ODS), el 17 de abril se convirtió en el «día de la independencia del petróleo». La República Checa se suma así a otros países europeos que se esfuerzan por diversificar sus recursos y reducir los riesgos asociados a zonas geopolíticas inestables.
Las obras de ampliación del oleoducto duraron dos años y la inversión ascendió a aproximadamente 1.500 millones de coronas. El proyecto fue financiado por la empresa estatal MERO, que gestiona los oleoductos y el parque de tanques central de Nelahozeves en la República Checa. Desde allí, el petróleo continúa su recorrido hasta las refinerías. En este contexto, el Ministro Stanjura enfatizó que es necesario valorar el corto tiempo récord en el que se aumentó la capacidad.
El actual suministro de petróleo ya se dirige a la refinería de Litvínov. Según Mariusz Wnuk, director general del grupo Orlen Unipetrol, también a la refinería de Kralupy nad Vltavou está garantizado un suministro estable de materias primas. Ambas instalaciones son propiedad del grupo petroquímico polaco PKN Orlen. «Hemos conseguido buques cisterna adicionales con petróleo de yacimientos extranjeros para la refinería de Litvínov. Por lo tanto, el suministro a ambas refinerías es fluido», añadió Wnuk.
La oposición también valora positivamente el proyecto. «Es un paso que empezamos a preparar durante nuestro gobierno, cuando se realizaban los estudios de viabilidad. Este gobierno lo ha logrado; es un proyecto absolutamente exitoso», afirmó Karel Havlíček (ANO), primer vicepresidente del movimiento y exministro de Industria y Comercio. El hecho es que el gabinete de Andrej Babiš realizó los estudios pertinentes, pero no decidió sobre la realización del proyecto. Según Havlíček, sin embargo, los estudios de viabilidad son la base, después de los cuales cada uno puede dar el paso adecuado.
El consultor energético Jiří Gavor confirmó que «los suministros en la clásica dirección este podrían llegar a ser prácticamente nulos». El oleoducto Druzhba quedará así sin uso y, como afirmó Gavor, podrá conservarse durante varios años. Después de eso, sin embargo, se degradaría sin mantenimiento. Por tanto, el futuro de Druzhba depende en primer lugar de las decisiones que tomen las refinerías. «Dependerá de los pedidos de los propietarios de las refinerías si se seguirá utilizando Druzhba y si habrá voluntad de comprar petróleo ruso», concluyó.